De los 80 talleres de barro bruñido que existieron en San Sebastián Atlahapa en el siglo pasado hoy sobreviven tres, afirma con pesar Antonio Téllez Pérez, maestro artesano de 31 años quien ha encontrado en el rescate de diseños prehispánicos una forma de preservar la actividad alfarera que, asegura, es una tradición de más de 500 años en la localidad.
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Antiguamente todo el pueblo era alfarero, pero conforme las nuevas generaciones reemplazaron el barro por los plásticos se fue perdiendo el interés, comentó.
Téllez Pérez, quien forma parte de una familia en la que al menos ocho generaciones se han dedicado a la producción de figuras de barro bruñido, actualmente a través de Taller Laguna, desde la infancia comenzó a prepararse como artesano, y fue hasta hace 12 años que inició el rescate de diseños de origen prehispánico.
Inicié elaborando tambores para la música prehispánica y después comencé con las ocarinas ya que en el estado nadie había hecho ese instrumento. Lo elaboraban en otros estados pero a manera de juguete, yo me di a la tarea de investigar un poco más y comencé a crearlo de manera más apegada a lo que es un instrumento musical real.
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La ocarina es un instrumento de viento que data desde tiempos prehispánicos, ya que se han localizado vestigios de estas piezas creadas con barro, las cuales son generalmente de forma ovoide o bien zoomorfas y antropomorfas que constan de orificios por donde el aire pasa para emitir sonidos.
El artesano de Atlahapa se dio a la tarea de investigar el funcionamiento de las ocarinas prehispánicas, proceso que le llevó dos años hasta encontrar el modelo que elabora actualmente y que emite adecuadamente el sonido.
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En cuanto al diseño, van desde la clásica forma ovoide hasta figuras más elaboradas como los patos o las mazorcas de maíz, que representan la identidad tlaxcalteca.
Los colores empleados para el decorado de las piezas son otro sello distintivo de las piezas del Taller Laguna, pues su gama abarca más allá del rojo tradicional del barro bruñido y han innovado en la entidad con tonos como el azul maya, negro, amarillo, tres variantes distintas del verde y el café prehispánico que es el más peculiar.
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El engobe se refiere a una técnica basada en la mezcla de arcillas con agua para crear tinturas. Para crear el café prehispánico del que nos habla el artesano, transcurrieron cuatro años de prueba y error hasta lograr la tonalidad exacta, resaltó Téllez.
Además de la creación de ocarinas, Antonio Téllez Pérez también se ha especializado en la producción de vasijas silbadoras de agua, que en la época precolombina formaron parte del repertorio de instrumentos para la creación musical.
Las vasijas silbadoras de agua tienen un complejo funcionamiento en el que el paso del agua a través de la pieza al inclinarse genera un sonido específico que en el caso de las piezas de Téllez son similares al canto de las aves.
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La dedicación y esfuerzo del joven artesano le ha llevado a obtener varios reconocimientos en concursos de arte popular estatales y nacionales. El más reciente es el tercer lugar que obtuvo en el Gran Premio de Arte Popular 2023, organizado por el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, en la categoría de Instrumentos Prehispánicos.
DATO:
El Taller Laguna está en calle Emilio Sánchez Piedras, #54, Atlahapa, Tlaxcala.