Samuel Ahuactzin se considera un artista que se mantiene fiel a su estilo pues, a más de 20 años de carrera, la temática de sus piezas continúa mostrando el lado oscuro del ser humano, a través de la crítica y otras tantas veces con un toque de sarcasmo.
“No pensé llegar hasta este punto, porque en mi trayectoria como artista he podido hacer las cosas que he querido siempre con el toque de sarcasmo y crítica que me caracteriza”, mencionó el pintor y escultor.
Desde los 17 años Ahuactzin decidió enfocarse al arte, y así fue como años más tarde ingresó a la Academia de San Carlos, lo que le permitió potencializar su talento nato.
Desde muy chico me gustó dibujar. Mi carrera la inicié como caricaturista, tenía la habilidad, pero no la crítica y con los años la fui consolidando,refirió.
Tanto su obra pictórica como escultórica refleja, de una manera visceral, la luz y oscuridad presentes en la condición humana, lo cual puede llegar a provocar incomodidad en el espectador, es por ello que Ahuactzin se define como un artista neotenebrista, pues retoma elementos del tenebrismo de comienzos del siglo XVII que se caracteriza por el juego de luces y sombras.
“A veces por ser complaciente la obra de un artista puede volverse vacía y aburrida. Yo también trabajo algunas piezas a petición, sin embargo, no dejo de producir en torno a temas de mi interés porque ese tipo de obra me permite ser libre”, señaló Samuel Ahuactzin.
Siempre me ha gustado hablar de la muerte y de lo cíclico de la vida, visto desde lo grotesco y putrefacto pero abordado desde lo estético; estos son los distintivos de mi obra que se mantienen desde el inicio hasta ahora
Samuel Ahuactzin / Artista plástico
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