Roberto Rondero
¿Sufre de caos doméstico? He aquí “1, 2, 3, ¡Respira!” (Ediciones B, 235 páginas), un libro imprescindible para calmar las aguas, una guía para prevenir, desde el mindfulness, no solo las pataletas de nuestros hijos sino también las nuestras, escrito por la trabajadora social clínica, escritora y madre Carla Naumburg (“Parenting in the Present Moment”).
Escrito para niños de tres a 10 años, “1, 2, 3, ¡Respira!” ofrece soluciones reales para ayudar a los padres y a sus hijos, a gestionar de forma consciente los retos diarios, a través de divertidos juegos, actividades y ejercicioes que contiene.
NO PERDER LA COMPOSTURA
Para Susan Kaiser Greenland, autora de “The Mindful Child” y cofundador de Inner Kids, “este libro es un regalo a los padres sumamente atractivo y fácil de comprender, que ofrece formas sencillas y, al mismo tiempo, significativas de activar el mindfulness personalmente y con los niños”:
Por su parte, Hunter Clarke-Fields, licenciada en arte, profesora de yoga y fundador de Hunter Yoga, opina así: “Es un libro claro, serio y divertido. Este libro sincero y maravilloso nos ofrece maneras de incorporar el milagro del mindfulness a nuestra familia. ¡Un libro que puede cambiar tu vida!”.
Dividido en dos partes, “Adoptar una actitud mental consciente” y “Compartir el mindfulness con vuestro hijo”, en “1, 2, 3, ¡Respira!”.
“El mindfulness o atención plena –explica la autora- es un estado mental, y nuestros hijos solo podrán alcanzarlo por sí mismos. Cuando tomen conciencia de esto, se convertirá en una práctica muy valiosa para ellos. “Curiosamente, es probable que realices alguna actividad con tu hijo y que, mientras tanto, su mente esté en otra parte, en cualquier lugar menos el aquí y ahora. No importa. No te rindas y sigue ofreciéndole oportunidades para desarrollar su atención plena.
De acuerdo con Naumburg, “es importante tener presente que el mindfulness y las actividades relacionadas nunca deben plantearse como un castigo. La práctica del mindfulness puede producir grandes resultados en un breve período de tiempo. En un mundo ideal, todos seríamos plenamente consciente continuamente, pero la realidad es que la mayoría no criamos a nuestros hijos en un monasterio zen.
“El mindfulness es como los músculos: cuanto más los usemos, más vigorosos se harán. Mientras ayudamos a nuestros hijos a fortalecer esos músculos, respirar conscientemente les ayudará a tranquilizarse, averiguar qué está pasando, qué necesitan y decidir qué hacer a continuación”:
La mayoría de los ejercicios y actividades que se proponen en este libro puede realizarse en pocos minutos, de preferencia siempre los padres junto con los hijos.