/ jueves 3 de octubre de 2024

Los Atlantes de Tula y la zona arqueológica presentan daños severos; piden ayuda al INAH

El INAH debe actuar para detener la destrucción de vestigios toltecas, demanda el arqueólogo Pedro Cardoso

Vestigios de gran importancia de la Zona Arqueológica de Tula como los frisos los Atlantes y el juego de Pelota unas presentan daños severos por lo que es urgente que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realice un estudio para detener las afectaciones, demandó el arqueólogo Pedro Cardoso Reyes.

Refirió que la zona arqueológica tiene 72 años que se descubrió, "y en los últimos 70 años, no ha hecho acto de presencia la Escuela Nacional de Restauración. Entonces, quienes han hecho las consolidaciones, son arqueólogos. Por lo tanto, tendrán buenas intenciones, pero no tienen ni los materiales, ni la técnica, para resolver la problemática que tienen enfrente".

Tras realizar un recorrido Pedro Cardoso explicó que, parte de la destrucción que existe es derivada de las consolidaciones o restauraciones mal hechas. Sobre los daños que observó dijo que lo más preocupante es lo que ocurre en el Coatepantli, espacio que da cuenta de la grandeza de la cultura Tolteca, ubicado en la base del edificio B, en los muros norte y oriente, donde se registra ya la pérdida de la mayoría de los frisos.

"De 51 frisos, 25 se perdieron en su totalidad, cuatro están en buenas condiciones y los restantes 22 presentan deterioro, mayor al cuarenta por ciento. Se están desmoronando, deleznando, capa por capa, se llama clivaje. Y la destrucción es resultado de que le colocaron un techo de lámina, que impide que el sol, el agua y el aire hagan su función, pues fueron creados para estar al aire libre", explicó.

Y detalló que algunas piedras que tienen una sombra blanca indica la presencia de sulfato de calcio o carbonato de calcio, también conocido como salitre, lo cual indica que hay una carga de agua del interior.

Las piedras de cantera, explicó, están padeciendo una descompensación, por una sobrecarga natural de agua. Refirió que al pretender consolidar algunas piezas se les aplicaron capas de cal, la humedad hizo que se perdieran pues ahora estas se están fragmentando. La enfermedad que tienen muchas piedras se llama hidrólisis. El instituto para evitar eso colocó un "cañón", que sirve para meter aire y neutralizar la humedad pero eso aceleró su destrucción.

Los Atlantes, aseguró, están también ya muy dañados, al igual que las estelas pues se les están cayendo fragmentos. También presentan daños, señaló los edificios como los juegos de pelota a los que se les han desprendido piedras.

Hoy por el uso, la escalinata del juego de Pelota 1 presenta un severo daño, derivado al parecer por los trabajos de mantenimiento pues al no contar con las herramientas necesarias, al sacar la hierba se dejan huecos que aceleran su destrucción. Y en otros casos los hoyos son resultado de pozos de saqueo. Pero eso no es tan preocupante porque ahí están las piedras y puede sin problema reconstruirse.

Pedro Cardoso sugirió que el arqueólogo de base, debería presentar un Proyecto de consolidación y restauración, para que especialistas, que podrían ser de la Escuela Nacional de Restauración, realicen en Tula los trabajos sin costo y con una inversión mínima porque solo se requiere comprar cal.

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Respecto al anuncio hecho por la presidenta de la República Claudia Sheinbaum respecto a la ratificación del titular del INAH, Diego Prieto Hernández, es tomado por Pedro Cardoso con reserva, pues considera que la zona arqueológica de Tula ha estado muy abandonada.

El arqueólogo originario de Tula, Pedro Cardoso ha realizado restauraciones importantes en Tula, bajo supervisión del INAH, entre ellas de la Zapata II y Los Petrograbados de La Malinche, el puente del Río Rosas y recientemente la Catedral de San José de Tula.

Nota publicada en El Sol de Hidalgo

Vestigios de gran importancia de la Zona Arqueológica de Tula como los frisos los Atlantes y el juego de Pelota unas presentan daños severos por lo que es urgente que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realice un estudio para detener las afectaciones, demandó el arqueólogo Pedro Cardoso Reyes.

Refirió que la zona arqueológica tiene 72 años que se descubrió, "y en los últimos 70 años, no ha hecho acto de presencia la Escuela Nacional de Restauración. Entonces, quienes han hecho las consolidaciones, son arqueólogos. Por lo tanto, tendrán buenas intenciones, pero no tienen ni los materiales, ni la técnica, para resolver la problemática que tienen enfrente".

Tras realizar un recorrido Pedro Cardoso explicó que, parte de la destrucción que existe es derivada de las consolidaciones o restauraciones mal hechas. Sobre los daños que observó dijo que lo más preocupante es lo que ocurre en el Coatepantli, espacio que da cuenta de la grandeza de la cultura Tolteca, ubicado en la base del edificio B, en los muros norte y oriente, donde se registra ya la pérdida de la mayoría de los frisos.

"De 51 frisos, 25 se perdieron en su totalidad, cuatro están en buenas condiciones y los restantes 22 presentan deterioro, mayor al cuarenta por ciento. Se están desmoronando, deleznando, capa por capa, se llama clivaje. Y la destrucción es resultado de que le colocaron un techo de lámina, que impide que el sol, el agua y el aire hagan su función, pues fueron creados para estar al aire libre", explicó.

Y detalló que algunas piedras que tienen una sombra blanca indica la presencia de sulfato de calcio o carbonato de calcio, también conocido como salitre, lo cual indica que hay una carga de agua del interior.

Las piedras de cantera, explicó, están padeciendo una descompensación, por una sobrecarga natural de agua. Refirió que al pretender consolidar algunas piezas se les aplicaron capas de cal, la humedad hizo que se perdieran pues ahora estas se están fragmentando. La enfermedad que tienen muchas piedras se llama hidrólisis. El instituto para evitar eso colocó un "cañón", que sirve para meter aire y neutralizar la humedad pero eso aceleró su destrucción.

Los Atlantes, aseguró, están también ya muy dañados, al igual que las estelas pues se les están cayendo fragmentos. También presentan daños, señaló los edificios como los juegos de pelota a los que se les han desprendido piedras.

Hoy por el uso, la escalinata del juego de Pelota 1 presenta un severo daño, derivado al parecer por los trabajos de mantenimiento pues al no contar con las herramientas necesarias, al sacar la hierba se dejan huecos que aceleran su destrucción. Y en otros casos los hoyos son resultado de pozos de saqueo. Pero eso no es tan preocupante porque ahí están las piedras y puede sin problema reconstruirse.

Pedro Cardoso sugirió que el arqueólogo de base, debería presentar un Proyecto de consolidación y restauración, para que especialistas, que podrían ser de la Escuela Nacional de Restauración, realicen en Tula los trabajos sin costo y con una inversión mínima porque solo se requiere comprar cal.

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Respecto al anuncio hecho por la presidenta de la República Claudia Sheinbaum respecto a la ratificación del titular del INAH, Diego Prieto Hernández, es tomado por Pedro Cardoso con reserva, pues considera que la zona arqueológica de Tula ha estado muy abandonada.

El arqueólogo originario de Tula, Pedro Cardoso ha realizado restauraciones importantes en Tula, bajo supervisión del INAH, entre ellas de la Zapata II y Los Petrograbados de La Malinche, el puente del Río Rosas y recientemente la Catedral de San José de Tula.

Nota publicada en El Sol de Hidalgo

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