“Los primeros doce años de mi vida fui antitaurina y estaba peleada con el mundo porque no lo había descubierto. Un día vi a un ser humano vestido de luces jugándose la vida frente a una bestia y durante los siguientes tres días me encargué de buscar a un maestro que me enseñara a torear”, narró la matadora de toros Hilda Tenorio, durante la última actividad de las Jornadas Taurina de la Feria Apizaco 2024.
En el conversatorio “La visión de la mujer en la tauromaquia”, la matadora mexicana convivió con otras mujeres inmersas en la fiesta brava y compartió las experiencias que ha sorteado al ser la primera mujer en tomar la alternativa en la Plaza de Toros México (2010).
“Era algo que rompía moldes y muchas personas querían hacerme una categoría aparte. Comprendí que tomar la alternativa no era el fin de la lucha, sino el inicio de ella. Era esforzarme todo el tiempo y abrir esa brecha”.
Aplaudió que hoy día muchas mujeres no solo se integraron afuera de las plazas, sino que también comenzaron a entrenar dentro de ellas.
“Muchos decían que no iba a lograrlo, pero aquí estoy disfrutando todavía de este sueño”, comentó.
Bajo la moderación de la periodista Lu Llanos, la diestra agradeció a la afición de Tlaxcala, donde siempre se siente “en casa”; se trata, en sus palabras, de un estado donde “se respiran toros y caben todas las voces”.
Cristal Sánchez, por su parte, es la primera y única monosabio de Tlaxcala. Desde los seis años de edad se involucró en el oficio que también desarrolló su padre y hoy es su sustento.
“Me gusta saber que desde antes de quienes alternan, nosotros pisamos el ruedo y lo preparamos para ellos”, señaló para los asistentes.
Con el riesgo que lleva su labor, Cristal se siente segura de lo que hace, pues su trabajo requiere “fe y una constante preparación”, por lo que hizo un llamado a valorar cada una de las partes que integran una corrida de toros.
Fernanda Ortega, en cambio, pertenece a una de las familias tlaxcaltecas más reconocidas en este ámbito, de manera que anunció su orgullo al respecto de la labor que identifica a los ancestros que “han dejado claro que a las nuevas generaciones aún les interesa”.
Ya que “la tauromaquia es un arte que se nutre de otras artes”, la pintora poblana Gabriela Ferrer destacó que esta actividad despierta una sensibilidad única, por lo que toda su vida se ha dedicado a completar una colección taurina en su galería.
De manera especial, hizo un llamado a la afición para defender la fiesta desde los círculos sociales cercanos porque “defenderla también es asegurar su futuro”. También, sugirió compartir el lado festivo de este ámbito, en lugar de fomentar la división social al respecto.
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Con el diálogo de estas cuatro mujeres culminaron las Jornadas Taurinas de la Feria de Apizaco 2024, que tuvieron como sede el kiosco municipal y se nutrieron con intervenciones de Lorenzo Garza Gaona, Manolo García Méndez, entre otras figuras del toreo invitadas por el matador José Luis Angelino, director del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino.