La marca de Stuttgart está de fiesta y lanza la edición de aniversario de su exitoso modelo descapotable biplaza. La entrega, propulsada por el motor bóxer de 4.0 litros que otorga 400 hp, con una caja de cambios manual de seis marchas y con la transmisión automática PDK de doble embrague de siete velocidades; está limitada a mil 250 unidades en todo el mundo.
Además, el nuevo vehículo tiene numerosos detalles de diseño tomados del auto concepto que se presentó en el Salón del Automóvil de Detroit de 1993. La versión de producción fue lanzada en 1996 sin apenas cambios en su aspecto y, ahora, el Boxster está en su cuarta generación después de más de 357,000 unidades producidas.
Estéticamente uno de los detalles más llamativos de esta serie limitada es la reinterpretación en algunos elementos del color Neodyme, un marrón brillante parecido al cobre que proporciona un atractivo contraste con el tono base, un plata GT metalizado que ya usaba el auto de exposición de 1993. En la edición especial, este color es empleado en detalles del frontal, en las tomas de aire laterales, en la denominación del modelo y en los rines bitono de aleación de 20 pulgadas.
Aunque Porsche ofrece el Boxster 25 Años en plata GT metalizado, los clientes también pueden solicitarlo en negro Deep metalizado y en blanco Carrara metalizado. Otro elemento llamativo es la tapa del depósito de combustible, que lleva una inscripción ‘Porsche’ de la gama Exclusive Design. Tiene aspecto de aluminio, igual que los tubos del sistema de escape deportivo. El marco del parabrisas incorpora un acabado de contraste en negro.
Este modelo alcanza una velocidad máxima de 293 km/h y, en combinación con la caja de cambios PDK y el paquete Sport Chrono de serie, acelera de 0 a 100 km/h en cuatro segundos. Otros elementos de serie son la suspensión deportiva Porsche Active Suspension Management (PASM), que es 10 milímetros más baja, y el Porsche Torque Vectoring (PTV) con diferencial autoblocante mecánico.
El biplaza de precio atractivo conquistó desde el principio el corazón de nuevos clientes más jóvenes. En términos de apariencia, incorporó elementos de la ya reconocida historia de la marca. El aspecto del Boxster concept car mostrado en Detroit evocaba la imagen del legendario 550 Spyder y del 718 RS 60 Spyder de competición. Fue tan bien recibido en enero de 1993, que el Consejo Directivo de Porsche intervino en el desarrollo continuo del diseño del modelo de producción y ordenó con firmeza: “Construyan el auto de serie igual que el auto concepto”. Como quedó demostrado con el tiempo, fue una decisión muy acertada.
Porsche: De las carreras a las carreteras
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