A los 16 años de edad, Carolina Peregrina García es una destacada gimnasta que tiene como meta participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud en octubre del presente año en Buenos Aires, Argentina y, su propósito, es Tokio 2020.
La competencia más próxima de la joven es asegurar el boleto para Olimpiada Nacional, donde podría subir nuevamente a lo más alto del podio, como lo hizo en 2016 al ganar la presea dorada en trampolín.
No obstante, dijo que un filtro para asistir a los Olímpicos de la Juventud puede coincidir con Olimpiada, “tengo que analizar fechas y valorar a que competencia puedo asistir”.
La atleta registra 10 años de practicar este deporte, actualmente entrena y estudia en el Centro Nacional de Alto Rendimiento en México, pero refiere que no fue fácil cumplir con sus objetivos porque se vio obligada a dejar familia, amigos y escuela en Tlaxcala.
Aseveró que los sacrificios que realizó por cumplir sus sueños han valido la pena porque es una disciplina deportiva con arte competitivo.
“Estar arriba del trampolín, saltar y hacer giros en el aire es una experiencia indescriptible, me apasiona este deporte y seguiré como gimnasta”, mencionó.
- LOS RIESGOS DEL DEPORTE
Peregrina García recordó que a los cuatro meses que ingresó al CNAR sufrió una aparatosa caída que la dejó interna en el hospital por tres días, accidente que la hizo dudar para continuar en este deporte, pero su progenitor la motivó para no dejar ciclos inconclusos, de ahí que se recuperó y sigue adelante.
Los atletas tenemos que hacer sacrificios, muchas veces dejamos a la familia para vivir en internados o solos, aprendemos a resolver problemas y a cultivar la mente porque no solo es el aspecto físico, implica un trabajo mental para que sea reflejado en la competencia
CAROLINA PEREGRINA / GIMNASTA TLAXCALTECA