Castores Saga se convirtió en monarca de la categoría juvenil de la liga de beisbol Tlahuicole de Apizaco, al vencer por paliza y blanqueada de 12-0 a Jardineros de San Lucas Tlacochcalco en el campo Santa Úrsula Cerro, propiedad de don Evodio González, en el municipio de Yauhquemehcan.
Los prados verdes de la hacienda y un día entre nublado y soleados, con algo de aire, fue el escenario perfecto para la fiesta del rey de los deportes, con dos títulos por disputar y cuatro novenas que llegaron con sus mejores elementos en pos del sueño de levantar la corona.
Los Castores arrancaron a tambor batiente el primer inning de juego con anotación de Ángel Xique Jr., después, los de Santa Cruz Tlaxcala intentaron empatar el juego en su turno al bate, pero el brazo izquierdo del pítcher Octavio Padilla fue superior a la vista de los Jardineros, que no lograron hit, ni carrera.
Para la segunda entrada, el equipo de los managers Juan Ángel Xique Munguía, Ramiro García y Martín García empezaron a mostrar su dominio con anotaciones de Zeyler Soto, Cristian Suárez y como buen “hijo de tigre, pintito”, nuevamente Ángel Xique Jr. pisó el home.
Ya la pizarra marcaba 4 carreras a 0 a favor de Castores, que para la tercera entrada mantuvieron paso ascendente con carreras de Alfonso Vega, Juan Álvarez y Cristian Juárez, el marcador estaba 7-0.
Para el cuarto episodio fue el más parejo, donde se preveía el despertar de los peloteros de Israel Vázquez Narváez, y Oscar Cocoletzi Luna, pero se fueron en cero ambas novenas, hasta la quinta entrada fue cuando entró la octava carrera para Jardineros Saga por conducto de Juan Álvarez.
Después, casi en el cierre del juego cayó una lluvia de cuatro carreras anotadas por Ángel Xique Jr., Dorian González, Octavio Padilla y Alfonso Vega para dejar la pizarra 12-0, y de esta manera llevarse el título de la categoría juvenil.
Al final
- directivos de la Liga Tlahuicole premiaron con trofeo al primer y segundo lugar, para cerrar con una comida que organizaron para los pequeños peloteros finalistas, que entre ganadores y derrotados reinó el juego limpio.
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