Nueva York.- El peleador irlandés de artes marciales mixtas, Conor McGregor, fue puesto en libertad este viernes tras pagar una fianza de 50.000 dólares y haber escuchado los tres cargos de agresión y uno de vandalismo que le han sido impuestos por su participación el jueves en un altercado en el aparcamiento interior del Barclays Center de Brooklyn.
El Departamento de Policía fue el que se encargó de ponerle los cargos a McGregor, que se presentó voluntariamente el jueves por la noche en la comisaria número 78 de Nueva York, donde estuvo detenido.
McGregor, de 29 años, apareció el jueves inesperadamente en una rueda de prensa de la UFC 223, en el Barclays Center, y fue capturado por la cámara de seguridad arrojando una plataforma de mano a través de la ventana de un autobús que transportaba a peleadores de la UFC, organización que rige las artes marciales mixtas.
"Hubo una disputa sobre un título vacante y la persona con la que discutía no resultó herida", comentó el jefe de detectives Robert Boyce. "Aunque él estaba en el autobús".
La juez encargada del caso emitió una orden de protección que involucraba a dos de los combatientes: Ray Borg y Michael Chiesa, con la que establece que McGregor debe mantenerse alejado de ellos y también especificó que incluye mensajes en las redes sociales.
"Él (McGregor) es captado en un video de vigilancia, cuando levanta una silla y la arroja a la ventana de un autobús de pasajeros", denunció el fiscal. "Dos personas en el autobús sufrieron heridas. El acusado también le lanza un puñetazo a alguien que estaba en un puesto de seguridad".
El abogado defensor de McGregor, Jim Walden, le pidió a la juez que permitiese al peleador irlandés conservar su pasaporte para poder viajar y "seguir su oficio", ya que no había riesgo de que McGregor no regresara a la corte el próximo 14 de junio para responder a los cargos que pesan en su contra.
"Es la cara más visible del planeta", argumentó Walden. "No tiene antecedentes penales".
De acuerdo a Walden, McGregor también tendrá que comunicarse por teléfono con las autoridades judiciales cada semana para que conozcan sus planes de viaje y puedan aprobarlo.
McGregor no ha peleado en el UFC desde noviembre de 2016 y fue despojado esta semana por el presidente del UFC, Dana White, del campeonato de las 155 libras que nunca había defendido.
Su última pelea fue la que protagonizó como boxeador cuando se enfrentó al excampeón del mundo invicto, el estadounidense Floyd Mayweather, en agosto de 2017, cuando perdió por nocaut técnico en el décimo asalto.
Khabib Nurmagomedov enfrentará a Al Iaquinta el sábado en el evento principal del UFC 223 por el título vacante del peso ligero, que perteneció a McGregor.
Por su parte, White, que participó hoy en el programa "Get Up de ESPN", manifestó que no tenía ningún interés en ayudar a McGregor ante los problemas legales que ahora enfrenta.
"No ... no", respondió White a la pregunta concreta si tenía previsto ayudar a McGregor. "Normalmente, sí, me implicaría y haría todo lo que estuviera a mi alcance para ayudar a uno de mis muchachos. Pero no en esta situación".