En una pelea en la que se brindaron los dos boxeadores como unos guerreros y en la que el pugilismo mexicano ganó, Canelo Álvarez apostó por la experiencia y retuvo sus cintos para mantenerse como el mandamás indiscutido del supermediano al imponerse por decisión unánime a un entregado Jaime Munguía en una pletórica T-Mobile Arena.
La gente pidió en un sinfín de ocasiones una pelea para el recuerdo en la trayectoria del “Canelo” y este sábado sucedió entre dos fajadores. Todo lo que se habló en los días previos, quedó de lado, sonó la campana y la nacionalidad no importó, en el ring se apreciaron a dos pugilistas entregados con un mismo fin, se jugaron el todo por el todo. Desde el primer asalto, “Canelo” Álvarez sintió el poderío de Munguía, quien no le caminó, los dos se pusieron en el centro como una muestra de autoridad. El grito de “Munguía, Munguía” llenó de confianza al bajacaliforniano.
No existieron los famosos rounds de estudio, el tijuanense comenzó a buscar el cuerpo del tapatío en el segundo episodio, mientras que el presente también mostró apoyo para Álvarez Barragán. Un T-Mobile Arena que respondió a lo que sucedía en el cuadrilátero.
El toma y daca continuó, los dos protagonistas con un ritmo extraordinario, por lo que el nocaut empezó a asomar. Jaime pegó un gancho a Saúl, las combinaciones comenzaron a aparecer de un lado y del otro. Jaime Aron buscó aprovechar su mayor alcance.
Munguía terminó en la lona
En el cuarto, Jaime Munguía se fue a la lona tras recibir un uppercut por parte de Álvarez, quien a partir de ahí se sintió más cómodo luego de un comienzo de alarido. No obstante, Munguía se levantó de inmediato, no requirió conteo. Quería más batalla. Nada estaba escrito.
Son humanos y como era de esperarse, el ritmo disminuyó un poco. Munguía estuvo más quieto en el quinto asalto en busca de la recuperación física y mental, mientras que Saúl buscó, buscó, pero tampoco sin encontrar la combinación soñada. Los volados y ganchos los mejores aliados del tapatío, quien en una muestra de mandato decidió ya no sentarse en cada descanso.
En el sexto y séptimo, “Canelo” llevó el mando de la pelea por el volumen de su boxeo, pero Munguía mostró su estilo fajador para resistir sin inconvenientes. El nocaut prometido por Álvarez en la previa no sucedió, incluso en dicho capítulo el tijuanense recuperó sensaciones, fue a más y con gancho al hígado y buena mezcla de sus puños trató de emparejar el duelo.
La recta final del Canelo Álvarez vs Jaime Munguía brindó muchas emociones
Los dos boxeadores mexicanos continuaron la batalla y protagonizaron un excelente noveno round, de esos para el recuerdo, difícil para los expertos. Saúl Álvarez comenzó y Munguía cerró. Los dos sintieron el puño del otro al grado que hasta “Canelo” llegó a estar sobre las cuerdas.
Mientras se apreciaba la experiencia de Canelo Álvarez, del otro lado brotaba el éxtasis de Munguía para el cierre del combate. Saúl mostró más claridad, pocos, pero más efectivos golpes, en tanto que Jaime comenzaba a descomponerse por momentos como parte de sus ansías por dar la campanada. Para resaltar la condición de ambos en el penúltimo asalto. En el último capítulo, Munguía se jugó sus últimas cartas, pero ya no le alcanzó, la tarea fue hecha por el mejor libra por libra.