Londres.- Un tanto de Pierre-Emerick Aubameyang en el tiempo de descuento amplificó el doblete inicial de Alexandre Lacazette que supuso un castigo sonoro para un Valencia que se puso por delante en el marcador y al que los nervios y los errores le privaron de sacar un mejor resultado del Emirates Stadium (3-1).
Un gol de Mouctar Diakhaby en los primeros minutos de partido presagiaron lo mejor para un Valencia que poco a poco se fue viniendo abajo y que pidió la hora, hundido tras los tantos que anotaron Lacazette y Aubameyang.
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Los ‘Gunners’ sufrían lastrados por Mustafi y Maitland-Niles y el Valencia se aprovechó para llevar la iniciativa y plantarse en el arco de Petr Cech con facilidad.
Parejo era el rey en el balón parado y de sus botas surgieron las más claras para los valencianistas. Una falta perpendicular al arco y prolongada por Rodrigo en el segundo palo la desperdició Garay en boca de gol.
La misma receta sí llevó premio cuando esta vez se creó desde el córner. En el minuto 11, con el partido aún tierno, Parejo colgó otra pelota al palo largo para que Rodrigo ampliara de cabeza y Diakhaby, con tres defensores encima, lo empujara en gol.
Parecía un atardecer de vino y rosas para el Valencia, que pronto recibió el manotazo de estar en el Emirates Stadium. Mientras ellos se veían dueños y señores del partido, Lacazette mandó un balón a Aubameyang, que por velocidad rompió a la defensa ché. El gabonés recortó ante un defensa y Neto y se la cedió a Lacazette para que empatara el partido.
Ahí el Valencia se achicó, vio el peligro y se olvidó de que el 1-1 era un buen resultado, como si el mazazo fuera aún mayor. Pero no lo fue hasta que Granit Xhaka puso un centro medido que nadie en el Valencia supo atajar. Lacazette remató picado y a Neto le temblaron las manos, incapaces de despejar el cuero.
Se puso 2-1 la batalla y el Valencia parecía mucho más derrotado de lo que en realidad estaba. Había conseguido marcar fuera de casa y un 2-1 siempre es mejor que un 1-0, pero el problema estaba en el cambio de mando.
Los ‘Gunners’ impusieron su versión europea, la que eliminó al Nápoles, y se sintieron poderosos al calor de los 58.000 espectadores que ocupaban el Emirates. Encerraron al Valencia y pudieron quedarse con la eliminatoria sentenciada mucho antes si Lacazette no hubiera fallado el ‘hat trick’ delante de Neto.
Con el Valencia suplicando por el final, el vuelque del Arsenal tuvo efecto y un centro de Kolasinac, tras varios rebotes, terminó con Aubmeyang empalmando el tercero en el segundo palo.
El 3-1 deja tocado a Valencia, que necesitará su mejor versión para darle la vuelta al marcador el próximo jueves.