Elías Hernández se sabe blanco de los reflectores y lo disfruta.
La idea de que todos en el plantel son igual de importantes es una premisa que asumen todos en el equipo, pero el hecho de escuchar su nombre ser coreado en el estadio Azteca hace que el “Patrullero” se ilusione con más. Le gustaría convertirse en ídolo de La Máquina y que la gente lo recuerde como tal.
“Claro. Creo a todos nos gustaría ser ídolos del equipo y dejar huella, que al final de cuentas es lo más importante. El día de mañana que me toque ya no estar aquí, quiero que la gente me siga recordando y diga ‘Aquí jugó Elías Hernández y hacía estos goles’. Ése sería el momento más importante”, reconoció el mediocampista en charla con ESTO.
Y es que luego de sus actuaciones con la camiseta de La Máquina, Hernández se ha ganado a los aficionados, pareciera que lleva años jugando para el equipo y por eso es aplaudido cuando le toca salir de cambio en cada partido.
“Imagínate. Contento, feliz de que a la gente le guste lo que hago dentro de la cancha, que lo disfrute. Espero seguir correspondiendo a tanta buena vibra y espero seguir haciendo buenos partidos para que el ambiente se mantenga”, explicó.
Elías es una de las figuras de Cruz Azul este torneo y pieza fundamental para que el equipo se mantenga como líder invicto. Por sus números y actividad en los partidos, el mediocampista es considerado como el fichaje más efectivo de La Máquina; sin embargo, aseguró que el buen paso es resultado del trabajo de todo el plantel y no sólo de un jugador.
“Yo creo que todos los que llegamos hemos puesto nuestro granito de arena. No solamente uno o dos. En este equipo no nos echamos responsabilidades individuales, este equipo tiene la madurez necesaria para tomar esa responsabilidad todos juntos. Hay 25 jugadores con la capacidad de jugar cualquiera. Se hizo una gran calidad de jugadores, con gran calidad humana y aquí va a figurar el equipo, que es lo más importante”, aclaró el futbolista.
La competencia interna es fuerte. Los jugadores que están en el campo voltean a la banca y ven que cualquiera de sus compañeros podría quitarles el puesto. Sin embargo, lejos de que les juegue en contra, les sirve para crecer y mejorar.
“Más allá de eso lo rescatable es el grupo que hay, que el que juega y entra de cambio lo mismo da, que el que no apoya. Cada uno aquí pone su granito de arena".