Esmeralda Verdugo recibió un regalo inesperado. Sin saberlo, la mediocampista de las Xolas vivió una montaña rusa de emociones hace un año por su segundo embarazo. La originaria de Ensenada, Baja California, pasó de la preocupación a la paz, gracias al apoyo de su directiva, cuerpo técnico y compañeras de Tijuana.
La pretemporada estaba en curso y un periodo de maternidad era algo que no tenía en sus planes previo al arranque de un nuevo torneo. “Estaba haciendo mucho calor aquí en Tijuana. Me empecé a sentir muy mareada, empecé a tener síntomas como de cuerpo cortado, inclusive la doctora del club creyó que tenía Covid. Me hicieron la prueba y nada, después hubo otro día que no tuve entrenamiento y me sentí peor.”
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“Fui a un doctor particular y resulta que tuve una infección en los riñones. Me mandó a hacer unos estudios y ahí descubrí que estaba embarazada, que tenía por ahí otra infección.”, relató entre risas y felicidad al Diario de los Deportistas.
El sentimiento de angustia inundó a Verdugo. Miles de pensamientos rondaban su mente. El momento que vivía en la cancha era alentador para el inicio del Apertura 2022, pero el destino tenía otros planes. “Me asusté, estaba casi por acabar la pretemporada, me estaba yendo muy bien en Xolos. Primero me asusté y pensé ‘Qué les voy a decir a mis jefes. Qué le voy a decir a Fernando Arce’, fue lo primerito que pasó por mi cabeza.”
“Después pensé ‘Las cosas pasan por algo y era algo que yo deseaba en algún momento tener otro bebé.” Y fue ahí donde decidió dar el primer paso con el club.
“Llegué con la doctora y me ayudó muchísimo. Llegué a platicar con ella, le dije que estaba embarazada y como toda mujer nos pusimos a llorar ahí. Le dije ‘tengo que avisar (a la directiva)’ porque justo teníamos un amistoso en Estados Unidos. Era al siguiente día que yo me enteré, entonces me dijo ‘Tenemos que hablarlo, no te preocupes, yo voy contigo’.
Acompañada de una aliada que le brindó la confianza suficiente, tomó valentía para hablar con Fernando Arce, el director deportivo de Tijuana y Juan Romo, estratega del equipo. “La doctora fue la que empezó a hablar, el profe sólo sonrió y me dijo ‘Muchas felicidades. Te vamos a extrañar en la cancha y estamos para apoyarte’. Después tocó con Fer (Arce). Cuando yo le dije él lo primero que dijo fue ‘No te preocupes, en el club te vamos a apoyar’”.
Esmeralda respira y relaja sus hombros al rememorar el momento de alivio que sintió al escuchar las palabras de los directivos. “Ahí descansé porque era mi mayor preocupación, yo decía ‘Me van a regañar, me van a quitar mi contrato’”.
“Lo primero que me dijo (Fernando Arce) fue: ‘No te preocupes por tu contrato, no te preocupes por tu sueldo, todo ahí va a estar bien. Tú quédate tranquila y vive tu proceso’, hasta la fecha todavía están apoyándome”, relató Verdugo a ESTO. Pero la adrenalina no paró ahí, Arce tenía en la mente un pendiente todavía con la mediocampista.
“Fer en ese momento juntó a todas mis compañeras, en ese momento hizo una junta con el equipo. Dijo que iba a dar una noticia importante y que quería felicitarme a mí porque iba a volver a ser mamá. Todas mis compañeras lo tomaron muy bonito. Ahí me quité esa preocupación, me concentré en mi embarazo y de ahí para adelante.”
Siguió entrenando
Ya con la noticia del embarazo y la tranquilidad por el respaldo de la directiva, un mutuo acuerdo entre Esmeralda y Xolos le permitió continuar entrenando con sus compañeras. Apoyando al grupo en la cancha, buscaron la manera de adaptar este ciclo a su pasión por el balón.
“Justo fue iniciativa de las dos partes, cuando hablé con Fer le dije ‘Yo no quiero dejar de estar aquí. Quiero seguir entrenando porque la doctora me dijo que podía seguir entrenando hasta donde te dé’”.
“Me quitaron los enfrentamientos, hasta los cinco meses estuve haciendo todo el entrenamiento con ellas, gimnasio, balón, tiro a gol, todo. Lo único que no hacía era interescuadras”, narró la futbolista mientras se mostraba con una sonrisa en el rostro por el apoyo del equipo de sus amores.
Pasaban las semanas y ‘Esme’ dejó ver en sus redes sociales el crecimiento de su vientre. Siempre vistiendo la camiseta de un equipo que puso a su disposición médicos, fisioterapeutas y un enorme cariño para motivarla a seguir esforzándose.
Trabajo en el gimnasio, con pesas, en la cancha y con el balón fueron de más a menos conforme la gestación avanzó. Finalmente a los 7 meses del embarazo, Esmeralda puso pausa a lo físico para esperar el momento de dar a luz.
A punto de regresar
El objetivo de no abandonar el trabajo físico era claro, regresar a la cancha al final de la gestación. “Lo hice con la intención siempre de querer volver a jugar, de querer regresar a la liga. Porque yo dije ‘Si me dedicó de lleno al embarazo, ya es por que no voy a volver a jugar. Yyo de verdad amo el futbol, ya no es por trabajo o porque me pagan, sino porque de verdad me gusta’”.
El nacimiento de Regina sigue emocionando a Esmeralda sólo de recordarlo. La emoción sigue latente, fue el pasado 11 de febrero cuando su primera hija Ximena recibió a su hermanita en brazos.
Y tras un par de semanas con Ally en sus brazos, después de haberse convertido en madre por segunda ocasión, inició su proceso para regresar a la cancha.
“Ya tengo un mes entrenando, de la mano con los fisios, con la doctora. Estoy haciendo mi proceso para iniciar la pretemporada con el equipo, la intención es que regrese a jugar la temporada que viene.”
Esmeralda sabe que no será sencillo, que conlleva mucho trabajo y esfuerzo de su parte, pero ahora la motivación es doble.
“Obviamente, es un proceso complicado para mí por el tema de que es una bebé recién nacida, de que le estoy dando pecho al bebe, tengo que ajustarme a los tiempos, pero es echarle ganas y querer regresar para el próximo torneo”.
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“Así como tenemos nuestro sueño de ser futbolistas profesionales, de ser nadadoras, también tenemos el sueño de ser mamás y de formar una familia. No fue como lo habíamos planeado, pero es una bendición”.