Dos empates y un triunfo catapultaron a Estados Unidos a su primer objetivo en esta Copa del Mundo y a diferencia del resto de equipos de la zona de Concacaf se metieron a los octavos de final al superar 0-1 a Irán de la mano de su genio y figura Christian Pulisic.
En un juego basado en el orden y la inteligencia para defender su mínima ventaja, los del Tío Sam cumplieron los pronósticos pese a que en el pelotón estaba la también temida Gales e Inglaterra, pero EU pudo sortear cada uno de los obstáculos británicos para sellar su pase contra el rival más inferior en el papel y ahora se medirá en la siguiente fase a Holanda, rival europeo que se hizo del sector A.
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Estados Unidos puso el ejemplo, confirmó su evolución en el balompié mundial, ejemplificó el esfuerzo que realizan en su Liga y sus jugadores en el viejo continente fueron esenciales para poner ahora al vecino del norte por los cuernos de la luna.
Empate contra Inglaterra y Gales dejaba prácticamente a Estados Unidos con la obligación de ganar para oficializar su pase a los octavos de final con un triunfo sobre Irán.
Un poco precavido el cuadro de Berhalter le dejó la iniciativa a los de Irán en los primeros minutos, posiblemente porque buscaron que los de Queiroz se cansaran rápido, pues su esfuerzo era desmedido, iban por todas las pelotas divididas y corrían sin freno alguno.
Estados Unidos en tanto, aguantó sigilosamente, sin dejar campo en descubierto, avanzó líneas y su marcado 4-3-3 comenzó a generar las primeras de peligro casi a la media hora.
Nuevamente Pulisic, Weah y Sargent eran los que merodearon el área rival. De a poco se echaron el duelo a los hombros, pasada la media hora, Pulisic avisó con tiro lejano de fuera del área y enseguida Weah mandó un remate por encima del travesaño. Así EU salió de los terrenos del análisis para comenzar a asfixiar a su rival.
Tan fue así que cerca del 40, Pulisic capitalizó el ataque con el gol de la diferencia en donde aprovechó el pase de Dest e incluso cargó con el meta iraní para concretar la anotación. Estados Unidos ya era más que el rival.
De Irán poco o nada desde que los del Tío Sam se hicieron de las riendas y solamente veían otro gol, pero para su fortuna se anuló por fuera de lugar. Con un ojo al gato y otro al garabato se iban al entretiempo, pues en el Ahmed bin Ali Stadium, Inglaterra le ganaba 1-0 a Gales.
Reactivada las acciones el hombre del Chelsea salió de cambio y Estados Unidos refrescaba su ataque con el ingreso de Aronson. Nuevamente iniciaban flojas las jugadas y prevalecía el juego duro, falta tras falta frenaba lo que podía olerse a peligro.
Cuando EU apenas lo ganaba con solitaria diana de Pulisic, a la distancia Inglaterra hacia lo propio en duelo británico contra Gales, pues le recetaba un contundente 3-0. Con ello gringos e ingleses hacían lo suyo y cumplían su primer objetivo.
El duelo ya no fue el mismo, el partido se cerró y la pelota se centró en el mediocampo, inteligentemente Berhalter sacó a Weah y Sargent para poblar con más elementos la mediacancha. El juego del vecino del norte cambió radicalmente para defender su ventaja bajo una especie del 5-3-2 y hasta a veces parecía en 5-4-1. La diana la iban a defender muerte, incluso en los 9 minutos que dieron como tiempo agregado.
Irán no renunció y le metió emoción en dicho lapso, pues Morteza Pouraliganji remató un balón que pasó cerca y todos cantaban como gol en el pletórico Al Thumama. Los minutos se jugaban al rojo vivo y el cuadro asiático trataba de encontrar agua en un desierto, pues en apretada jugada buscaban penal sobre un iraní, pero el VAR ni siquiera le concedió la revisión, EU se salía con la suya y avanza a octavos de final como segundo de su grupo, con ello representaba con gratas noticias la zona de Concacaf.
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Mientras que Carlos Queiroz coleccionó un nuevo fracaso, pues no metió a Irán a octavos y hace tiempo no llevó ni a Colombia a Qatar 2022.
Publicado originalmente en el ESTO
