Calderas encendidas, pasajeras a bordo con destino al campeonato femenil. Inicia el recorrido por Jasso, el sitio que no carga ninguna cruz, el lugar en el que nació y se construyó la historia celeste.
Daniela Monroy, Jessica Tenorio y Alejandra Curiel (tras secarse el sudor y cambiarse luego del arduo entrenamiento) subieron felices a la locomotora que está en la entrada del estadio 10 de Diciembre y entre risas, atendieron a ESTO.
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Monroy, la que tiene más tiempo en la institución, que inició con las cementeras a la par del certamen rosa y que vivió los momentos más grises, fue la primera en hablar y resaltar lo que significa estar en los vagones de la Máquina: “Desde que llegué supe que tenía un gran compromiso con el equipo, pero con el paso de los días y de los torneos me di cuenta que la institución superaba mis expectativas, Cruz Azul es grandeza en toda la extensión de la palabra”, dijo Daniela.
Con un semblante alegre continúa su relato al tiempo que señala con orgullo el escudo de su chamarra para posar al lente del Diario de los Deportistas: “Desde que te pones la playera sabes que ya eres parte de una familia. Ahora puedo decir que soy de las más afortunadas por defender estos colores desde que inició el certamen”, menciona mientras sube al tren que se encuentra afuera del recinto.
“No cualquiera tiene la oportunidad de estar aquí y el que yo sea de las elegidas me impulsa a entregar todo en la cancha”, añade la jugadora.
Por su parte, Jessica Tenorio, quien es originaria de Puebla, concuerda con su compañera: “En lo personal no había visto la magnitud de este club, pero ahora que vengo y me instalo en esta ciudad donde todo literalmente es de Cruz Azul me siento feliz, contenta, como en casa”, expresa la mediocampista celeste.
Justo en la entrada de la planta cementera, Tenorio confiesa que el apoyo y cariño de la gente la impulsan para entregarles los resultados que esperan: “Algo muy bonito aquí es que caminamos por las calles y la afición se acerca para saludar y darnos sus buenos deseos para cada partido”, comenta y coincide que dos señores la saludan y le gritan: ‘éxito’.
Consciente de que portar el gafete de capitana no es una tarea sencilla, Jessica asume el reto con responsabilidad: “El profe tiene una gran confianza en mí, así que no lo veo como una tarea pesada, por el contrario, trato de guiar a mis compañeras para que todas sumemos y avancemos a la par”, menciona.
El recorrido en la ciudad continúa, ahí la delantera Alejandra Curiel tomó la palabra: “Siempre he dicho que elegir Cruz Azul fue mi mejor opción”, expresó cerca de las vías.
Y es que, pese a que la ‘China’ -como le dicen- ya tuvo oportunidad de jugar en otros dos clubes incluyendo al América, se siente más identificada como tripulante de La Máquina: “Cuando te abren las puertas, confían en ti, te arropan y te impulsan para ser mejor como jugadora y persona, sabes que ahí es el lugar al que perteneces”, dice entre las letras que adornan la glorieta.