En la ciudad de Saransk,la sede más pequeña de todo el Mundial y quizás la menos conocida, incluso entre los propios rusos, se encuentra el estadio Mordovia, que se caracterizapor su colorida fachada.
Construido en la llanura del río Insar, el inmueble brilla con los rayos del Sol gracias a los colores naranja, blanco y rojo, los más utilizados en las piezas artesanales del pueblo de Mordovia y con los cuales se rinde homenaje a dos etnias de Rusia: la moksha y la erzya.
Reflejo de ello, este estadio fue construido en el 2010 como parte de los festejos por los mil años de la unificación de los pueblos mordovos.
El Mordovia Arena cuenta con una forma ovalada, con un alto zócalo de dos pisos.
Tras la Copa del Mundo, el estadio será reducido, de 45 mil, a 25 mil lugares, para dar espacio para canchas de voleibol, baloncesto y tenis, así como gimnasios y centros de preparación física.
Será, además, casa del FC Mordovia, de la Segunda División de Rusia.