Uruguay y Argentina empataron sin goles en Montevideo

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EFE

  · viernes 1 de septiembre de 2017

Lionel Messi lo intentó una y otra vez, pero de momento, sigue sin encontrar un cómplice perfecto en las filas de la Albiceleste

Uruguay, con firmeza defensiva, y Argentina, encomendada en Lionel Messi, empataron sin goles en Montevideo y nada alteraron sus posiciones en la clasificación de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018, al mantenerse en el tercer y quinto puesto, respectivamente.

Argentina respondió al dibujo ofensivo de su seleccionador, Jorge Sampaoli, acorralando a Uruguay en su campo, pero sin lograr un juego fluido que le rentara ocasiones de gol, mientras que Uruguay renunció a hacer circular el balón.

En el choque de estilos puestos, Uruguay se sintió cómoda, mientras que Argentina no tuvo la verticalidad deseada, por lo que acabó cansada y aburrida en su visita a la otra orilla del Río de la Plata.

Aun así, la Selección de Argentina fue la que más y mejores ocasiones de gol tuvo, sobre todo en el primer tiempo.

El peligro argentino no llegó por el planteamiento, sino por las genialidades de Lionel Messi, quien al minuto 42 arrancó por el centro, entre el círculo central y al área rival, dejó atrás a Álvaro González e hizo una pared con Paulo Dybala para que se la devolvió frente a Muslera, quien frustró el gol argentino.

La habitual estrategia, con presión, marca y orden, provocó dos errores argentinos que pudieron poner en delantera a Uruguay

Un error de Messi ante la presión de Suárez, casi acaba en un autogol de Argentina, después de que el uruguayo ingresó al área chica.

En el segundo acto, Argentina quiso meter una marcha más a su juego para romper las filas uruguayas, pero siguió dependiendo de la inspiración individual de Messi, imparable en sus arrancadas en tres cuartos de cancha.

El punto de rudeza de la presión llevó a Suárez a cometer una clamorosa falta sobre Otamendi. El árbitro no la vio, pero el uruguayo la pagó saliendo renqueante del campo, dolorido de la rodilla derecha, la misma que milagrosamente recuperó a tiempo para este partido, tras su choque con el defensor argentino.

La ovación del estadio Centenario,   cuando su ídolo se retiró del campo, aplaudiendo su voluntad de cruzar el océano para terminar de sanar en Montevideo y jugar ante Argentina, puso el toque de emoción en el desenlace del partido. Al final, el jugador aseguró que sólo fue un calambre.