Luego de ocupar los puestos de mayor responsabilidad, a través de los cuales colaboró para que Diablos Rojos del México ganara 10 de los 16 campeonatos que ostenta, Abelardo Vega Rodríguez “El Cachorro”, no ha parado de compartir y enseñar a las nuevas generaciones de peloteros la formula a través de la cual llegó a jugar a nivel profesional en “El Rey de los Deportes”, además de ser instructor por muchos años de los “Pingos” y en la Liga del Pacífico.
Actualmente, Abelardo “Cachorro” Vega, extercera base de los Diablos Rojos del México, posición en la cual ganó cuatro campeonatos de los 11 que obtuvo dentro de la afamada institución beisbolera, comparte en el campo de beisbol Resmas sus conocimientos y experiencia acumulada a lo largo de cinco décadas de trayectoria deportiva.
“Orgulloso de apoyar a la niñez y juventud"
En entrevista con El Sol de Salamanca, Abelardo “Cachorro” Vega compartió que su objetivo es contribuir para hacer el bien en la niñez y juventud adolescente salmantina.
“Nosotros lo que tratamos es el bien de los niños y adolescentes del municipio de Salamanca, es un orgullo para mí como ex jugador profesional y muchos años como instructor de Diablos Rojos del México y Liga del Pacífico poder estar aquí apoyando este proyecto de Vicente Robles”, destacó.
Abelardo “Cachorro” Vega llegó a Salamanca en 1985 a consecuencia de oferta de trabajo recibida por parte de Diablos Rojos del México.
“Retirado como jugador profesional, me ofrecieron trabajo los Diablos Rojos del México y trajimos una sucursal, teníamos como patrocinador a la Termo, de este equipo salieron muchos jugadores para el equipo grande, además de quedar campeón en Liga de Centro con Juventino Rosas”.
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Debido a los buenos resultados obtenidos con el equipo de la sucursal de los “Pingos”, es regresado a la Ciudad de México, donde comenzó a trabajar como instructor hasta su retiro en 2016, con los Charros de Jalisco.
Comparte sus conocimientos
Dos años después de su retiro definitivo de los Diablos Rojos del México, regresó a Salamanca en 2018 con Vicente Robles, donde a la fecha sigue enseñando y compartiendo su gusto y gran pasión por el beisbol.
Actualmente, dentro de la Academia Resmas, entrena a alrededor de 20 peloteros de entre los nueve y 18 años.
“Pasando los 15 años, ya los traemos en el equipo estelar, agarrando confianza en este béisbol, para que dentro de poco se integren de lleno al equipo”.
A lo largo de estos años, como encargado de la Academia Resmas, varios jugadores han sido firmados por Sucursales de Beisbol Profesional, entre ellos el salmantino Ernesto Oropeza.
“Ernesto Oropeza es uno de los muchachos que más ha sobresalida, lo mandamos a Oaxaca, sucursal de Diablos Rojos del México, en 2020, le iban a dar una oportunidad, cuando se vino la pandemia, no alcanzamos a que le dieran esa oportunidad, porque se la iban a dar en Monterrey en febrero, ya no tuvo chance, desde la pandemia las sucursales de la Liga Mexicana de Beisbol no han vuelto abrir y ya no pudo ir", acotó Abelardo “Cachorro” Vega.
Y agregó: “Tenemos otro muchacho, Diego Rivera, que está estudiando en Monterrey y también agarró buen nivel”.
De igual manera mencionó a Jesús Ledesma, un muchacho que al igual que Ernesto Oropeza participan dentro de la naciente Liga de Beisbol del Bajío, llamada Titanes.
“Queremos tener un equipo a este nivel de competencia conformado por puros jugadores de la Academia, tenemos muchachos que tienen posibilidades de llegar a tener este nivel de liga que hay ahorita, en uno o dos años más, esperamos cristalizar ese objetivo”.
Por otro lado, recordó que durante la pandemia tuvieron que suspender entrenamientos, sin embargo, desde hace tiempo ya reanudaron su actividad deportiva. “Gracias a Dios tenemos buenos muchachos y estamos trabajando fuerte para bien del béisbol de lo que es el municipio de Salamanca y todas las comunidades de su alrededor, tenemos gente incluso que viene de Morelia a entrenar, nos da gusto que venga gente de afuera a entrenar con nosotros, estamos muy contentos de tener a estos muchachos, se ve que tienen facultades para el beisbol y queremos que agarren buen nivel”.
El campo de beisbol Resmas tiene capacidad para albergar una cantidad de 30 muchachos, de ahí por lo cual Abelardo “Cachorro” Vega invitó a los padres de familia apoyen a sus hijos y los lleven a la Academia para que entrenen y agarren buen nivel.
“Los muchachos nunca dejan de estar con nosotros todos los días que se entrena e incluso, estamos viendo la manera de incluir otros días más de entrenamiento aparte de martes y jueves, porque nos están llegando muchos jovencitos”.
“Sigo enseñando porque mi vida es el beisbol”
En la Academia Resmas, los muchachos encuentran sin costo alguno bat, pelotas, parque de béisbol y muchas ganas de entrenar.
“No lucramos con el beisbol, nunca lo he hecho ni lo haré, yo lo hago porque es mi vida el beisbol”.
En ese sentido recordó que cuando empezaba a jugar en Sinaloa “no había instructores de béisbol, yo me comencé a enseñar a jugar con lo que miraba, entonces en aquel entonces pensé ‘una vez cuando yo me retire, lo que voy hacer es trabajar con niños, adolescentes y jóvenes’ y gracias a Dios, ahora lo estoy haciendo”.
Y destacó: “Me dediqué a aprender el béisbol, las partes básicas, lo mucho o poco que sé, me permitió por muchos años ser instructor de bateo y coach de tercera base para Diablos Rojos del México e instructor de bateo de los equipos de la Liga del Pacífico, estoy muy orgulloso de haber estado tanto tiempo dentro del beisbol profesional”.
Con respecto al motivo de su retiro definitivo comentó que se salió del beisbol “porque ya estaba un poco cansado, pero acá con los muchachos no tengo exigencias de realizar largos viajes, entre otros aspectos, estoy muy cómodo y contento de poder estar aquí, todo esto lo hago porque mi vida ha sido el beisbol y me gusta enseñar, solo que ahora en una nueva etapa de mi vida”.
“Quiero aportar mientras Dios me dé fuerzas”
El originario del Fuerte, Sinaloa, Abelardo “Cachorro” Rodríguez firmó para Diablos Rojos del México en 1966, a partir de ahí fueron 50 años de logros en sus dos facetas, como jugador e instructor de beisbol.
Abelardo Vega inició su carrera como lanzador, sin embargo, cuando estaba en camino de convertirse en un pitcher de primera línea, una lesión en su brazo derecho lo obligó a olvidarse de la lomita.
Poseedor de una gran velocidad, llegó a ganar 20 juegos con la sucursal de Diablos Rojos del México de San Luis Potosí en la Liga Central, y fue líder de ponches con 183, e incluso en aquel entonces por primera vez visitaba el municipio de Salamanca para enfrentar al equipo de esta ciudad, sin saber, que mucho tiempo después sería aquí donde tras su retiro llegaría a compartir sus secretos y claves del éxito que le llevaron a ser un pilar de la organización más afamada de la Liga Mexicana de Beisbol.
La lesión le orillo a cambiar de posición y eligió la tercera base, siendo una decisión acertada, ya que durante 13 temporadas cubrió como estelar la esquina caliente de los Diablos Rojos del México e incluso fue nombrado por la prensa mexicana como el mejor jugador tercera base de los 70.
Así también sobresalió por su elegante fildeo, potente brazo, gran alcance y habilidad para atacar los toques de bola.
De acuerdo con la estadística de los Diablos Rojos del México, 1971 fue campeón de triples con 16, quedándose a uno de empatar el récord de la Liga Mexicana de Beisbol, además de encontrarse en el Top 10 de los mejores “pingos” de todos los tiempos.
Entre sus números registrados destaca séptimo en juegos jugados con 1267, octavo en veces al bat con 4114, décimo en carreras anotadas con 578, noveno en hits con 1191, cuarto en triples con 61 y noveno en carreras producidas con 592.
Como jugador fue parte de los campeonatos del México en 1968, 1973, 1974 y 1976, estos dos últimos teniendo como manager a Benjamín “Cananea” Reyes, mismo que le ofreció el puesto de coach de tercera base e instructor de bateo.
Como entrenador participó en los campeonatos de 1985, 1987, 1988, 1994, 1999, 2002 y 2003.
Una de sus más grandes satisfacciones como fue que en varias ocasiones tuvo la función de manager interino de los Diablos Rojos del México.
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Así también logro la mayor distinción que un jugador pueda tener en una organización, ya que los Diablos Rojos decidieron retirar la camisola número siete de su roster, en su honor.
Al respecto comenta, “estoy orgulloso de haber pertenecido a los Diablos Rojos del México, es mi organización dentro del béisbol, ser escarlata, es lo mejor que me pudo suceder en la vida, ahora todo esto lo seguiré compartiendo y enseñando mientras Dios me dé fuerza”.
Nota publicada en El Sol de Salamanca