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El chocolate blanco, en su origen, era un subproducto muy popular del cacao, de acuerdo con el Diccionario de Cocina de Larousse. Pero, el dulce color blanco que conocemos actualmente con el mismo nombre ¿realmente es chocolate? La realidad es que no.
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Se considera chocolate al producto resultante de una mezcla de cacao y azúcar, sin embargo, el denominado chocolate blanco es un dulce elaborado con leche, azúcar y una pequeña cantidad de manteca de cacao. Esta última es extraída del haba del cacao y se obtiene durante el proceso de fabricación del chocolate, es decir, no es chocolate.
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La historia del chocolate blanco
La comercialización de chocolate blanco inició en los años treinta y se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial. En esa época, el dulce se entregaba a los afectados de la batalla como un alimento prioritario debido a su alto contenido de grasa.
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Luego de haberse considerado un suplemento, finalmente entró a un proceso de regulación por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en 2002, año en que comenzó a comercializarse como golosina con nuevos parámetros: contener mínimo 20 % de manteca de cacao, 14 % de sólidos lácteos y 3.5 % de grasa láctea. Del mismo modo, se prohibió que contuviera más de 55 % de azúcar.
Chocolate blanco versus chocolate oscuro
El chocolate es uno de los dulces más benéficos para los seres humanos debido a su ingrediente estrella: el cacao. Para empezar, este fruto es rico en selenio, un mineral que ayuda a mejorar la cognición y la memoria. Asimismo, contiene una gran cantidad de teobromina, que favorece la circulación sanguínea al cerebro, al tiempo que ayuda a prevenir enfermedades neurológicas como la demencia y el Alzheimer. El cacao también ayuda a regular el colesterol y previene la anemia gracias a sus sustancias antioxidantes.
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Para gozar de todos esos beneficios, es necesario consumir chocolate oscuro con al menos un 75 % de cacao entre sus ingredientes. No obstante, el dulce blanco no contiene ni un gramo de cacao puro.
En conclusión, al comer chocolate blanco no se obtiene ningún beneficio del cacao; de hecho, la sugerencia es consumirlo moderadamente, pues la grasa y alto contenido calórico podrían contribuir al aumento de peso.
El único beneficio de esta golosina es su alta composición láctea. Aproximadamente 100 gramos de chocolate blanco contienen alrededor de 270 miligramos de calcio, el cual es bueno para fortalecer los huesos y combatir problemas como la osteoporosis.
