Si bien, hay animales exóticos que pueden parecer “inofensivos”, existe un riesgo al tenerlos en casa como mascotas. Primero es importante considerar aspectos como los recursos económicos para invertirlos en cuidados médicos y alimentación; además, dedicarles tiempo y un espacio que se adapte a su hábitat natural.
Al respecto, Itzcóatl Maldonado Reséndiz, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM mencionó que los animales que no han sido criados en cautiverio para cumplir la función de compañía no deberían estar destinados a ese fin. Y otras especies, aun siendo cautivas, tampoco deberían servir para ese objetivo, como los grandes felinos.
“Éticamente no es correcto tenerlos, porque la convivencia con ellos es peligrosa. Algunos que en un principio tenían como fin la producción de carne, leche o huevo, ahora están integrados a la familia, y otros tantos, cuya posesión está legalizada (leones y tigres), ponen en riesgo la vida de las personas”, agregó el especialista en un artículo de Gaceta UNAM.
Maldonado Reséndiz precisó que un problema común es la alimentación, pues cuando son llevados a casa, los dueños no tienen idea de qué deben comer, ejemplo, “las crías de loros, “les dan papillas a base de lácteos o masas de maíz, ingredientes que en la naturaleza no se encuentran y que les generan desnutrición”.
A ello, le sumó que las personas no son conscientes sobre el tamaño que tendrán como adultos, y con ello, el incremento considerable del costo de su mantenimiento, y el peligro de vivir con ellos.
Finalmente, el especialista recomendó consultar a un médico veterinarios calificado antes de adquirir un animal exótico, a fin de tomar una buena decisión que no ponga en riesgo la vida de ambos.
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