Arqueólogos japoneses anunciaron el descubrimiento, por primeravez, en Japón de monedas del Imperio romano en las ruinas de uncastillo de la isla subtropical de Okinawa, a una decena de milesde kilómetros de Roma.
“Al principio pensé que se trataba de monedas de un céntimoque se habían caído de los bolsillos de los soldadosestadunidenses”, declaró el arqueólogo Hiroki Miyagi,refiriéndose a las bases militares estadunidenses de Okinawa.“Pero tras haberlas aclarado con agua, tuve una sorpresa: eranmucho más antiguas”.
Un equipo de investigadores trabaja desde hace tres años en elenclave del castillo de Katsuren. Construido a finales del sigloXIII y principios del XIV, abandonado doscientos años después,figura desde 2013 en la lista del Patrimonio Mundial de laUNESCO.
Un examen con rayos X de las monedas, cuyo tamaño es,aproximadamente, el mismo que el de las monedas de diez céntimosde euro, reveló letras latinas y lo que parecería el rostro delemperador Constantino I y un soldado con una lanza. Muchas otrasmonedas databan del Imperio Otomano del siglo XVII.
Los investigadores no se explican cómo llegaron estos objetos aesta remota isla del sur del archipiélago nipón.
El castillo era la residencia de un señor feudal cuya riquezaprovenía del comercio regional.
“Los mercaderes del este asiático de los siglos XIV y XVutilizaban monedas chinas, redondas y agujereadas, en su entorno yes improbable que estas monedas occidentales fueran utilizadas comomedio de pago”, subrayó Miyagi, que además es profesor en laUniversidad Internacional de Okinawa.
“Creo que debieron obtener estas monedas en el sureste deChina”, explicó.