Música, danza, literatura y pintura rodean la fiesta brava. Además de esto, el debido cuidado de los espacios en los que realizan las corridas ha permitido que hoy sigan en pie más de diez plazas de toros en Tlaxcala. Entre ellas, las tres siguientes resaltan mundialmente por su belleza arquitectónica:
Plaza Jorge “El Ranchero”Aguilar, de Tlaxcala
Está ubicada en lo que fue el atrio bajo del conjunto del exconvento de San Francisco en la capital del estado. Su fecha de construcción es indeterminada, pero se sitúa entre los siglos XVIII y XIX.
Más información: ➡️A hombros, Sergio Flores en la primera encerrona de su vida
Fue edificada con bloques de tepetate, adobe y xalnene. Su funcional diseño se caracteriza por el remate en la torre exenta del antiguo convento, que por cierto es un referente turístico muy estético.
De acuerdo con la guía arquitectónica y cultural del estado de Tlaxcala, del arquitecto Gilberto Reyes Zepeda, existen crónicas que relatan la celebración de fiestas en 1732 y corridas en 1738.
La Taurina, de Huamantla
La simbólica plaza techada localizada en el centro de Huamantla celebra anualmente, cada 14 de agosto, su “corrida de las luces”, un evento nocturno en el que confecciona una alfombra por donde entran caminando el obispo y los toreros para recibir la bendición de la Virgen de la Caridad mientras todos los asistentes iluminan el mágico escenario con cientos de velas.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo, esta plaza fue construida por iniciativa de los aficionados y se inauguró el 15 de agosto de 1918 con capacidad para cinco mil 600 personas.
Lee también: ➡️Certificarán a nuevos jueces de plaza para Tlaxcala
Plaza Rodolfo Rodríguez “El Pana”, de Apizaco
La plaza de toros más moderna del estado se encuentra en Apizaco y complementa el espacio del centro expositor de la ciudad.
El entonces gobernador del estado, Tulio Hernández Gómez, convocó a los ganaderos, a los aficionados a la fiesta brava y a la comunidad tlaxcalteca para conseguir recursos y así construir el espacio con un diseño que comprendiera palcos y butacas en área de sol y sombra, obra que asumió el arquitecto Mario del Olmo en 1989.
Lee también: ➡️Escuelas taurinas de Tlaxcala impulsan pasión por la fiesta brava
La plaza está catalogada como una de las más cómodas del país y cuenta con un aforo de seis mil personas.
La historia de las plazas de toros
De acuerdo con el archivo de arquitectura de Wikipedia, las plazas de toros resultan de una fusión entre el antiguo circo romano y la afición taurina de la península ibérica.
Si bien en la antigüedad los circos romanos (llamados entonces anfiteatros) tenían características similares a las de las actuales plazas de toros y el origen de las corridas se relaciona con las antiguas tradiciones romanas, durante el establecimiento de la tauromaquia en la península ibérica estos recintos no fueron comúnmente utilizados para tales eventos.
Cuando las fiestas taurinas eran a caballo, los espectáculos eran públicos y se llevaban a cabo en las plazas de las ciudades. Fue hasta el siglo XVIII que, al evolucionar el toreo hacia la faena a pie, fueron creados espacios propios para albergar al público.
Más información: ➡️Continuará cerrada la Plaza de toros Jorge Aguilar “El Ranchero”
Es así que diversos estilos arquitectónicos lucen en estas construcciones circulares en las que el ruedo y las gradas simulan el movimiento del astro rey en el famoso “sol y sombra”, recintos que entre “olés” se despiden, con el paso de los años, de su primitivo origen.
No dejes de leer ⬇️