Dentro de su milimétrica estructura, la chía resguarda un enorme valor nutricional, por lo que ha sido nombrada como un superalimento. Tantas son sus propiedades, que los nutricionistas recomiendan consumirla diariamente, ¿cuál es el cambio que puede tener el cuerpo al adoptar esta costumbre?
Esta diminuta semilla, que formó parte de la dieta de aztecas y mayas, se compone de omega 3 y no sólo ofrece beneficios cardiosaludables, también actúa como un potente antiinflamatorio natural. Debido a esto último, el consumo de chía favorece la reducción de la inflamación crónica, alivia dolencias y mejora la salud general.
CÓMO CAMBIA EL CUERPO AL CONSUMIR CHÍA
Los expertos sugieren que dos cucharadas soperas completas son ideales para aprovechar las bondades del superalimento. Estas contienen manganeso, fósforo, Zinc, vitamina B1, B2 y B3, así como una alta cantidad de potasio, sin mencionar su gran número de antioxidantes.
Desde los primeros días de consumo, estos últimos previenen el envejecimiento celular, evitan la alteración de membrana celular y previenen enfermedades crónicas no transmisibles o degenerativas.
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Al consumirla regularmente, la semilla favorece la salud cardiovascular porque promueve la disminución del colesterol, la regulación del ritmo cardíaco y la presión arterial. Asimismo, previene de coágulos de sangre y disminuye la inflamación.
Parece mentira que algo tan pequeño también ayude a perder peso. Esto ocurre porque las semillas de chía contienen fibra dietética soluble, la cual absorbe agua y se vuelve similar a un gel que se expande por el estómago para retrasar la digestión y ayudar a sentirse satisfecho después de una comida ligera.
Un dato muy importante es que todos los nutrientes están en el interior de la semilla, por lo que para acceder a ellos se deben hidratar en agua o molerlas con otros alimentos para así romper su fina cáscara.
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En caso de que se opte por consumirlas secas, el consejo es molerlas antes para mejorar la absorción y la salud intestinal.
INCLUYE EN TU VIDA DIARIA
El ligero sabor de la chía se puede disfrutar sin alterar la esencia de los alimentos con los que combina, que pueden ser líquidos o sólidos.
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Para consumirla agrega semillas a tu vaso de agua del día junto con unas gotas de limón para obtener la limonada más nutritiva. También puedes mezclarlas con yogur, avena hidratada o licuados de fruta.
Puedes emplear las semillas en lugar de huevos para espesar sopas, guisos y salsas; también puedes combinarlas con leche, endulzante y luego refrigerarlas durante la noche. Al día siguiente tendrás un pudín delicioso para combinar con frutas y canela.
Agrega semillas de chía en productos horneados como panqués, panes, tartas o flanes, también en los aderezos para ensaladas, salsas o mermeladas caseras.
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- Parece mentira que algo tan pequeño también ayude a perder peso. Esto ocurre porque las semillas de chía contienen fibra dietética soluble, la cual absorbe agua y se vuelve similar a un gel que se expande por el estómago para retrasar la digestión.