Como lo dijo Timbiriche, "El sol ya no brilla como antes lo hacía a mi alrededor". Es verdad, desde hace algunos años hay una mayor cantidad de radiación UV (Ultra Violeta) que entra en la Tierra.
Las investigadoras Alejandra Ortiz y Leonora Milán, explican que los clorofluorocarbonos (CFC), una familia de compuestos presentes en aerosoles, solventes y refrigerantes, destruían las moléculas de ozono atmosférico al entrar en contacto con ellas.
Estas moléculas son algo así como el protector solar de la atmósfera: bloquean el paso de los rayos UV hacia la Tierra. No obstante, si el ozono se destruye, esta radiación irrita y quema la piel. A 27 años de haber recibido el Premio Nobel de Química, Mario Molina es y será siempre recordado por ser la voz que generó conciencia sobre estos efectos.
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Ahora, los protectores solares son una invención muy favorable; pues funcionan como escudo contra los rayos UV y ayudan a la piel a mantenerse hidratada para prevenir quemaduras, pues contienen muchos ingredientes activos, los más comunes son octinoxato, oxibenzona y avobenzona. Además de evitar erupciones, enrojecimiento y enfermedades peligrosas como el cáncer de piel, los protectores solares reducen la aparición de pequeñas venas rojizas, así como de arrugas prematuras provocadas por foto envejecimiento.
Ningún protector solar bloquea el 100% de rayos del Sol, pero lo que sí es cierto es que a mayor SPF (Factor de Protección Solar) más rayos se bloquean; uno de 15, por ejemplo, bloquea el 93% y uno de 30 puede bloquear hasta el 97%. Pero, para que estos porcentajes se vean reflejados en tu piel, es necesaria una correcta aplicación: distribuir una cantidad generosa, retocar cada dos horas y para mayor seguridad usar sombrero y ropa que cubra la mayor cantidad de piel cuando se va a estar un tiempo prolongado bajo la luz solar intensa.
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Los rayos UV no son malos del todo; de hecho, la vitamina D proviene de esos baños de sol que deberíamos tener todos los días antes del mediodía. La radiación UV modifica un tipo de colesterol que tenemos en la piel y lo convierte en el precursor de esta vitamina, indispensable nutriente para los seres humanos.
"Los científicos pueden plantear los problemas que afectan al medio ambiente con base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos, es de toda la sociedad".
Dr. Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995.
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