Tomar un vaso de agua por las mañanas es uno de los hábitos más saludables que existen, pero antes de cantar victoria en nombre del cuerpo vale la pena cuestionar qué tipo de agua se está consumiendo.
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No es lo mismo beber agua directamente de la llave que purificada. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas conlleva a que el líquido se vea peligrosamente contaminado biológica o químicamente.
¿Puedo consumir agua directamente de la llave?
A pesar de los esfuerzos por llevar agua limpia a todas partes del mundo, es imposible asegurar que esté libre de productos químicos, como el arsénico, el fluoruro y, en muchas ocasiones, el plomo.
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El agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Se calcula que cerca de 829 mil personas mueren cada año de diarrea como consecuencia de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de manos.
En ese sentido, siempre que se tenga la opción de elegir, es mejor optar por agua purificada.
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¿Qué hacer si no hay acceso a agua purificada?
En casos de emergencia, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) instruye los métodos correctos para consumir agua potable:
Hierve el agua por lo menos por 3 minutos. Para mejorar su sabor, agrega una pizca de sal por cada cuarto de litro de agua o vierte de un recipiente a otro varias veces.
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Desinfecta el agua con cloro de uso doméstico. La etiqueta debería indicar que contiene de 6 a 8% de hipoclorito de sodio. No uses cloro con aroma, para ropa de color ni con limpiadores agregados. Lo ideal es usar dos gotas por cada litro de agua, mezclar y dejar reposar 30 minutos antes de consumir.
Finalmente, puede desinfectar agua con tabletas que contienen cloro, yodo, dióxido de cloro u otros agentes desinfectantes. Estas tabletas se venden en farmacias y en tiendas de artículos deportivos. Sigue las instrucciones que aparecen en la etiqueta, ya que cada producto puede tener diferente potencia.