La diversidad de climas y territorios del país permite que durante todo el año se siembre y se cultive. La producción agrícola se divide en dos temporadas: primavera-verano y otoño-invierno. En estos ciclos, los productos agrícolas crecen y maduran bajo las condiciones propias de la época del año.
Pero, ¿por qué se siembra en dos ciclos diferentes?, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, toda planta requiere de un mínimo de condiciones para un crecimiento favorable como energía solar, CO2, entre otras.
De acuerdo con las características propias del cultivo es como se determina su época de siembra y de cosecha; hay cultivos que necesitan mayor cantidad de luz solar, otros son más sensibles a bajas temperaturas y sequías, así como también pueden ser propensos a distintas plagas y enfermedades.
Entonces, el periodo de siembras del ciclo primavera-verano comienza en abril y finaliza en septiembre del mismo año. Generalmente las primeras cosechas de este ciclo inician en el mes de junio y concluyen en marzo del año subsecuente.
PARA SABER MÁS…
En México casi tres cuartas partes de la superficie agrícola se destinan a cultivos del tipo cíclico, 54 por ciento para Primavera/Verano y 17 por ciento para Otoño/Invierno, el 29 restante es superficie destinada a cultivos del tipo perenne.
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