Las luces brillantes del icónico restaurante de McDonald's en la calle 42 de Times Square, en la ciudad de Nueva York, se apagaron para siempre y el martes se sirvió su último Big Mac.
Este local logró su fama gracias a que ningún turista pasaba por alto su diseño estilo Broadway de la vieja escuela adornada con hileras de bombillas.
El restaurante de 17 mil pies cuadrados fue insignia de McDonald’s durante 17 años, cuya entrada estaba iluminada con siete mil focos como un teatro de Broadway..
El cierre estaba planeado antes de la pandemia de coronavirus, informó la compañía al tiempo que admitió que fue una decisión difícil.
"McDonald’s revisa el perfil de sus restaurantes de forma regular para tomar las mejores decisiones para que nuestro negocio avance. Cerrar el restaurante ubicado en la calle 42 de Times Square fue una decisión difícil”, indicó en un comunicado.
La apuesta de la marca del payaso Ronald McDonald en la zona es su restaurante en la calle 45 y Broadway, que fue una de las razones para cerrar el de la calle 42.
“Esperamos continuar atendiendo a nuestros clientes en el McDonald’s ubicado en la calle 45 y Broadway y en las comunidades vecinas", añadió.
Ubicado en una antigua tienda de Toys R Us, el de la calle 45 se caracteriza por ser un restaurante ultramoderno de vidrio, con 18 kioscos de pedido automático, solo cinco cajeros, banquetas tapizadas y servicios de mesa.
Incluso, la compañía analiza que este elegante establecimiento pueda ser rentado para eventos privados y como un destino para la víspera de Año Nuevo debido a su vista panorámica en Times Square.
El brote de coronavirus ha cerrado los restaurantes a nivel mundial y ha llevado a algunas grandes marcas a repensar cómo se acercan a los bienes raíces para llevar alimentos a las personas lo más rápido y con el menor contacto directo posible.
Con información de Reuters
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