En medio de la crisis global de agua salió a relucir el término “huella hídrica” que, si bien lleva con nosotros varios años, no ha terminado de consolidarse en el imaginario colectivo.
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Para entender de qué se trata y cómo podemos contribuir a su reducción, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó la cantidad de agua que consume una persona promedio en su día a día. El resultado fue de mil 385 metros cúbicos de agua al año.
La huella hídrica, entonces, es el indicador de la cantidad de agua utilizada para producir, transportar y limpiar todos los productos que se consumen durante ese periodo.
Si bien los números pueden parecer escabrosos al inicio, el objetivo de la huella hídrica es crear conciencia sobre el volumen de agua que requieren nuestros procesos de producción y hábitos de vida para fomentar un uso racional y sostenible.
A continuación, te proponemos cuatro ideas para reducir tu huella hídrica desde el básico ejercicio de la alimentación.
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Respalda a tu barrio y ¡consume local!
Al comprar los productos que se elaboran y preparan cerca de tu vivienda, evitas traslados innecesarios desde largas distancias, las cuales equivalen a emisiones contaminantes y residuos en las aguas. Además, eliminamos intermediarios y monopolios de empresas que abusan del agua de los locales.
Compra sólo la cantidad de alimentos que vas a comer
Cuando desperdiciamos alimentos, también se desaprovecha toda la energía y el agua que se requieren para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empacarlos. Y si los alimentos llegan a parar en el vertedero y se pudren, producen metano, un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono, de acuerdo con la World Wildlife Fund (WWF).
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Planifica tus comidas. Prepara una lista de compras y atente a ella evitando las compras impulsivas. No solo desperdiciarás menos alimentos, también ahorrarás dinero.
Evita el agua embotellada, opta por rellenables
Para producir 1 litro de agua embotellada la industria emplea un poco más de 3 litros de agua, para fabricar la botella de plástico y su tapa. Al elegir botellas y termos por rellenables, no solo aminoran los residuos sólidos en la tierra, sino también ahorras el líquido vital.
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Reduce tu consumo de carne
La producción de un kilogramo de carne vacuna o de res implica de media la utilización de 15 mil 400 litros de agua, según datos del estudio “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2020”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esto debido a que la industria cárnica requiere de una cantidad de agua mucho mayor que la de las verduras, debido a que se debe alimentar al ganado que posteriormente va a consumirse.
Así pues, entre menos productos procesados y de la industria cárnica consumas, más pequeña será tu huella hídrica.