Perdida en el Océano Pacífico, casi inaccesible a los barcos, se encuentra Clipperton (La Isla de la Pasión).
Con 6 kilómetros cuadrados de superficie, en su mayoría cubierta por excremento de aves (guano) y una laguna cuya agua no se puede beber, este atolón fue codiciado por grandes naciones.
Nuestro país consideraba propia esta tierra, ya que había sido descubierta por España, por lo que al independizarse México en 1810 heredaba tales derechos. En ese tiempo se llamaba Isla de Médanos.
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Por su parte, Inglaterra afirmaba que esta isla fue descubierta en 1705 por el pirata inglés John Clipperton. Pero como John vivía al margen de la ley, su país no pudo hacer ningún reclamo sobre el territorio. Según la leyenda, este corsario usaba la isla como refugio y además se cree que escondió un tesoro en ella. Hasta la fecha, hay quienes afirman que el tesoro sigue ahí.
Desde 1885, una compañía de Estados Unidos comenzó a explotar el guano de la isla, no obstante, ese país no tenía interés en apropiarse de dicho territorio.
Francia, por su parte, alegaba que el sitio era territorio francés desde 1858. Se cree que el interés de este gobierno, además de económico, era político y bélico, ya que la isla proporcionaba una excelente ubicación para vigilar los mares.
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Mientras se determinaba la soberanía de la isla, México envió a un destacamento militar para habitar y defender dicho territorio. Así, entre soldados y sus esposas, 56 personas habitaban la isla en 1905.
Al mando estaba el capitán Ramón Arnaud Vignon, quien recientemente se había casado con Alicia Rovira. Los dos jóvenes enamorados creyeron que vivir en una isla sería como el paraíso y se embarcaron llenos de ilusiones. No obstante, el destino tenía otros planes para ellos.
Dado que la isla no producía nada, y el agua potable la obtenían de la recolección de las lluvias, eran abastecidos periódicamente por el gobierno del presidente mexicano Porfirio Díaz, con provisiones que llegaban en barco desde Acapulco. Sin embargo, al estallar el movimiento revolucionario en México los rebeldes tomaron el control del país y no volvieron a mandar víveres a los habitantes de Clipperton.
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En este escenario, la desnutrición y el escorbuto asolaron a los habitantes perdiendo la vida muchos de ellos, especialmente niños nacidos ahí.
En 1916, tras cuatro años de estar abandonados, los habitantes sobrevivientes de Clipperton, la familia Arnaud, una sirvienta, la mujer y la hija de uno de cuatro soldados, algunos niños y el guardián del faro, el soldado Victoriano Álvarez, avistaron un barco. Creyendo que podrían ser rescatados trataron de acercarse con un pequeño bote, pero no lo consiguieron. Hay dos versiones de lo que pasó ese día: que el mar, implacable y traicionero, azotó la lancha y sus ocupantes contra las rocas, muriendo éstos; la segunda, que fieras marinas (posiblemente tiburones) atacaron la pequeña embarcación y los tripulantes murieron devorados. Además, la isla está rodeada por rocas, por lo que el capitán de aquel barco no quiso arriesgar a su tripulación y se alejó de ahí.
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De esta manera, tres mujeres adultas, una adolescente, siete niños pequeños y el guardián del faro quedaron a su suerte en medio de la nada. Con el tiempo, el único hombre de la isla se proclamó “rey de Clipperton” y sometió a sus vulnerables habitantes a toda clase de vejaciones.
Las mujeres y niños vivían aterrorizados, aunado a las precarias condiciones de la isla. Cuando las mujeres comprendieron que nadie vendría a rescatarlos, planearon darle muerte a Victoriano Álvarez, el autonombrado rey de Clipperton.
Quiso la casualidad que el día que llevaron a cabo su plan, un buque estadounidense pasara por ahí. De forma que cuando fueron rescatados, las mujeres tenían manchadas las manos de sangre. Al llegar a México, no fueron juzgadas por la ley dado que se determinó que actuaron en defensa propia.
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Finalmente, ante la insistencia de Francia por proclamar que Clipperton era parte de su territorio, México accedió a someterse a un arbitraje a cargo del rey de Italia, Víctor Manuel III, quien luego de 20 años dictó su veredicto: La Isla de Clipperton, pertenecía a los franceses.
Por lo tanto, aunque la existencia de esta isla estaba contemplada como parte del territorio mexicano en las constituciones de 1824, 1857 y 1917, en 1934 se modificó la Constitución y se quitó a Clipperton.
PARA SABER MÁS
"La isla de la pasión (Clipperton)” es una cinta que aborda la tragedia que vivieron algunos mexicanos en este atolón; dirigida por Emilio "El Indio" Fernández Romo en 1941.
En el libro “La isla de la pasión” (Alfaguara-1989) Laura Restrepo rescata la historia de los colonizadores mexicanos de Clipperton (el capitán Ramón Arnaud, su familia, los hombres a su mando y sus respectivas familias).
*Con información de archivos.juridicas.unam.mx, mexicodesconocido.com.mx y clipperton.mx
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