El médico internista y profesor de posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM y en el Centro Médico Nacional La Raza, Sergio Alberto Mendoza Álvarez, comentó que el síndrome de intestino irritable, mejor conocido como colitis tiene tres síntomas que lo caracterizan: dolor o malestar abdominal, distensión abdominal y cambios en la defecación, además este trastorno intestinal es predominantemente funcional, más que orgánico.
En algunos pacientes puede predominar un síntoma, pero dependiendo de las enfermedades que éste tenga, es probable que se manifiesten los tres.
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¿Qué la causa?
Los causantes de este padecimiento son una alimentación inadecuada, ciertos medicamentos y el estrés; también algunos parásitos y patógenos, como las amibas.
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El consumo de antiinflamatorios no esteroideos y antibióticos pueden contribuir a desaparecer la flora intestinal, alterando el mecanismo de absorción a nivel intestinal de los alimentos (grasas y líquidos), por esta razón predomina la diarrea o el estreñimiento.
Además entre el 40 y 50 % de quienes tienen esta enfermedad, también padecen ansiedad o depresión o un trastorno mixto, por lo que una persona con estos padecimientos debe tratarse, de lo contrario sufrirá un mayor número de episodios e inclusive aumentar la intensidad de los síntomas.
El rango de edad de quienes padecen más la colitis es de 30 y 45 años, pero está empezando a ser más frecuente entre los 15 y 25 años. La causa es el aumento de la ansiedad, asociada a la interacción en redes sociales, a la relación padres-hijos en confinamiento y a la pandemia del Covid-19.
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El síndrome del intestino irritable ha aumentado en los países en desarrollo; según la Organización Mundial de Gastroenterología, en nuestro país, entre 15 y 40 por ciento de la población lo padece.
Dispepsia, gastritis, úlcera gástrica, úlcera renal, fibromialgia, lupus, artritis reumatoide, diverticulitis, intolerancia a la lactosa y a sedentarismo, suelen estar asociadas con la colitis.
El tratamiento
Este padecimiento puede mejorar con una dieta rica en fibra (sobre todo si predomina el estreñimiento) y baja en polioles o monosacáridos fermentables (garbanzo, lentejas, leche, aguacate, arroz).
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La ingesta de probióticos, antiespasmódicos para el dolor (trimebutina, pinaverio), laxantes, antiflatulentos (simeticona), antidepresivos (amitriptilina), ansiolíticos y serotoninérgicos (paroxetina), así como con ejercicio aeróbico y psicoterapia, también pueden ayudar.
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