En un mundo donde la prisa y el estrés dominan nuestras rutinas diarias, el concepto de “comer con sentido" surge como una respuesta necesaria y saludable a los problemas relacionados con la alimentación moderna. Esta práctica, que va más allá de elegir alimentos saludables, promueve una conexión consciente con lo que consumimos para mejorar nuestra salud física, así como nuestro bienestar emocional.
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La expresión “comer con sentido”, también llamada alimentación consciente, es una filosofía que invita a las personas a prestar atención plena al acto de comer. Se trata de estar presentes en cada comida, reconocer las señales de hambre y saciedad del cuerpo. En el inter, se aprecia la textura, el sabor y el aroma de los alimentos.
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Por lo anterior, este enfoque se opone a las comidas rápidas y distraídas frente a pantallas o en situaciones de estrés, lo cual tiene sus raíces en el mindfulness, una técnica que ha demostrado numerosos beneficios para la salud mental. De hecho, al aplicar el mindfulness a la alimentación, se crea un espacio para reflexionar sobre nuestras elecciones alimentarias y así formar una relación más positiva con la comida.
BENEFICIOS
1. Mejora la Digestión. Al comer despacio y masticar bien los alimentos, facilitamos el proceso digestivo. La saliva comienza la digestión de los carbohidratos y, al masticar bien, damos tiempo a nuestro estómago para prepararse adecuadamente para recibir la comida.
2. Control del Peso. Comer con sentido ayuda a reconocer las señales de saciedad, evitando así el sobreconsumo. Al estar más conscientes de qué y cuánto comemos, es más fácil mantener un peso saludable sin necesidad de dietas restrictivas.
3. Reducción del Estrés. La alimentación consciente puede ser una práctica relajante que disminuye el estrés. Al dedicar tiempo a disfrutar de la comida, podemos desconectar de las preocupaciones diarias y centrarnos en el momento presente.
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4. Disfrute y Placer. Al estar plenamente atentos al acto de comer, aumentamos el placer y la satisfacción que obtenemos de nuestros alimentos. Esto puede llevarnos a valorar más la calidad de lo que comemos, en lugar de simplemente buscar cantidad.
5. Mejora de la Relación con la Comida. Comer con sentido puede ayudar a romper patrones de alimentación emocional, donde la comida se usa como una forma de manejar emociones negativas. En lugar de comer impulsivamente, aprendemos a responder de manera más equilibrada a nuestras necesidades emocionales.
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CONSEJOS
Incorporar la alimentación consciente en nuestra vida no requiere cambios drásticos, pero sí compromiso y práctica. Aquí algunos pasos para empezar:
1. Comer sin distracciones. Apaga la televisión, guarda el teléfono y elige un entorno tranquilo para tus comidas.
2. Masticar lentamente. Toma pequeños bocados y mastica bien los alimentos antes de tragar.
3. Escuchar a tu cuerpo. Presta atención a las señales de hambre y saciedad. Come cuando tengas hambre y detente cuando estés satisfecho.
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4. Apreciar los alimentos. Tómate un momento para observar y oler tu comida antes de empezar a comer. Disfruta de los sabores y las texturas.
5. Reflexionar. Al terminar, reflexiona sobre cómo te sientes físicamente y emocionalmente. ¿Te sientes satisfecho? ¿Cómo fue la experiencia de comer con atención plena?
Recuerda que en un mundo donde la alimentación rápida y sin sentido se ha vuelto la norma, comer con sentido se presenta como una revolución necesaria. No se trata solo de nutrir el cuerpo, sino de alimentar la mente y darle un respiro a nuestros pensamientos.