Los títeres Rosete Aranda viajaron por todo el país, pero su casa siempre estuvo en Huamantla.
La prolífica compañía de autómatas, fundada en 1835 por los hermanos Aranda y bautizada como “Empresa Nacional Mexicana de Autómata Hermanos Rosete Aranda”, alrededor de 1850, fabricó y dio vida a cinco mil títeres, cada uno con diferentes rasgos físicos y de personalidad, que divirtieron al público mexicano por más de un siglo.
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Uno de los personajes más emblemáticos de la compañía huamantleca es Vale Coyote: un muñeco moreno, descalzo, vestido de manta con un sombrero de paja y decorado con un sarape rojo al hombro.
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Su nombre se compone del vulgarismo de “Vale”, por valedor, y “Coyote” como un cánido al que se le atribuye gran astucia.
Físicamente, el hombre de madera evoca claramente la figura de un campesino promedio, pero en su discurso integró (aunque de manera incorrecta) expresiones y preocupaciones urbanas.
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De acuerdo con la investigadora Lucina Toulet, Vale Coyote se tornó en el portavoz del sentir popular, pues
era capaz de manifestar, entre el chascarrillo, la broma y la estruendosa carcajada, situaciones que el país vivía y padecía en aquellos momentos, casi al final de la dictadura porfiriana.
Este títere contestatario es considerado como el antecedente de lo que sería años más tarde el icónico personaje de Mario Moreno: “Cantinflas”, un campesino humilde, pícaro, astuto y dicharachero.
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Según narra la memoria oral, el niño Mario Moreno se metía por debajo de las carpas de la compañía Rosete Aranda para no pagar la cuota de entrada. Una vez entre el público, el comediante internalizaba la personalidad de los títeres para maquinar en su mente los discursos que años más tarde se convertirían en exitosas películas.
PARA SABER
Hoy día Vale Coyote se encuentra exhibido en el Museo Nacional del Títere (Munati), ubicado en el Parque Juárez de Huamantla, que este año cumple su vigésimo tercer aniversario.
También puedes encontrar en el Munati el discurso de Vale Coyote, texto que data del siglo pasado y en sus páginas se encuentran aquellos diálogos que divirtieron a público de todas las edades.
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Para darte una idea del vocabulario de Vale Coyote y la razón por la cual Mario Moreno se sintió inspirado, te dejamos un fragmento del monólogo más famoso del títere huamantleco que narra un cuadro de la Independencia de México:
Hubo un tiempo en que los uropeos dialtiro se creyeron güenos y por lo mesmo pretendieron cogerse lo ageno soyugándonos a su santa voluntá. ¡Qué desgracia! Pero ansina sucedió. El rey y la inquisición, nos pusieron el tornillo en su lugar, y ¡algame! ni siquiera se nos escuchaba en audiencia; solo ellos gobiernaban, el cuerpo político miden era mejor quellos, pos cuando inventaba algún mexicanito alguna cosa ¡sas! Lo tatemaban y lo hacían chicharrón en la santa inquisición.