No es golosina ni condimento. El pinole, de acuerdo con el Diccionario Gastronómico de México, es un alimento completo debido a que cuenta con los tres macronutrientes: carbohidratos, proteínas y lípidos.
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Su nombre proviene de la palabra náhuatl pinolli, que significa harina de maíz tostado y molido. Este polvo de maíz se prepara desde la época prehispánica en Mesoamérica. De hecho, se considera que fue un alimento importante para la nutrición de las culturas antiguas, quienes utilizaban el comal para su tostado y el metate para su molienda.
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De acuerdo con los relatos históricos, al polvo se agregaba agua para componer así una bebida energética. Según la Revista del Consumidor, el tostado fue un proceso usado por los aztecas para alargar el tiempo de almacenamiento del maíz, extendiéndose hasta por cuatro o cinco años. Este método fue idóneo para una de las principales fuentes de energía de dicha cultura.
Más tarde, con la llegada de los españoles, al maíz molido se agregó dulce en forma de piloncillo y sabor a partir de la canela para mejorar la bebida.
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BENEFICIOS
El pinole contiene carbohidratos, proteínas y lípidos, además de vitaminas y minerales, fibra dietética, fitoquímicos y otros antioxidantes, lo que lo convierte en un alimento completo.
Además, una cucharada sopera de pinole aporta 58 calorías y proporciona: 11.3 gramos de carbohidratos, 1.6 gramos de proteína y 0.9 gramos de lípidos. De esta forma, el consumo individual de dos raciones aporta, aproximadamente, 5.8% del valor recomendado de energía para un adulto y el 7.2% del requerimiento energético infantil.
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USOS
Aunque delicioso, el pinole puede llegar a ser peligroso si no se consume con cuidado. Por esa razón, muchas personas acostumbran combinarlo con algún tiempo de líquido o convertirlo en alimentos preparados. Aunque también, como sugieren las abuelitas, se puede ir consumiendo en pequeñas cantidades humedeciendo un dedo en agua antes de pasarlo por el pinole.
Otras formas comunes de consumirlo son el agua fresca de pinole, endulzada con azúcar extra; el atole a base de leche y cacao; y las galletas o panqué de pinole, al que se agrega mantequilla y huevo.
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HAZ TU PROPIO PINOLE
Para hacer un pinole tradicional necesitas un comal y un metate, donde molerás los granos del maíz tostado hasta pulverizarse. Así, el maíz se transforma en partículas tan diminutas con las que no podrás hablar y comer al mismo tiempo sin ahogarte.
Preparación:
Tostar la cantidad de maíz deseado en un comal durante 30 minutos
Agregar piloncillo y canela al gusto y moler en un metate continuamente de abajo hacia arriba hasta llegar al punto de harina