Su nombre científico es Sceloporus horridus, pero en cada pueblo donde habita ha sido bautizado de diferentes maneras. Lagartija espinosa, lagarto espinoso y torosco son los más populares en numerosos estados mexicanos. Pero en Tlaxcala, invariablemente, lo llamamos chintete.
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Su presencia, además de imponente, es imprescindible para el ecosistema. Se trata de una lagartija de hasta 10 centímetros de longitud, color café claro, escamas con aspecto de espinas, cola larga y cuerpo robusto que habita en los pastizales, campos de cultivo y zonas rocosas, donde pasa la mayor parte del día tomando el sol, debido a que depende de la temperatura externa para sobrevivir.
Debido a los llamativos colores que presentan durante ciertas épocas del año, así como el tamaño que supera considerablemente al de una lagartija común, estos animalitos han tenido que ver su suerte frente a los seres humanos, sus principales depredadores. Por lo anterior, te compartimos algunos datos que debes saber sobre los chintetes y su valor ecostistémico.
SON CONTROLADORES BIOLÓGICOS
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La dieta de los chintetes es muy variada. Se alimenta de pequeños artrópodos, principalmente hormigas, grillos y escarabajos, por lo que juegan un rol importante en el control biológico de estos insectos.
Aparte de que su presencia no causa daños a los cultivos, cumplen con una función agroecológica como aliadas para el control de plagas como mosquitos o polillas que afectan los campos de trabajo.
Los individuos presentan una conducta de forrajeo pasivo, es decir, esperan a que las presas se acerquen para cazarlas en lugar de buscarlas activamente, de manera que su dispersión es muy controlada, lo que favorece la construcción de entornos bien equilibrados.
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Por otra parte, forman parte de la cadena alimenticia de aves de rapiña como las águilas y los halcones.
POSEEN MAJESTUOSA E INOFENSIVA BELLEZA
La belleza de estos animales es única. La hembra posee manchas circulares café obscuro sobre el dorso y escamas rojizas en la cabeza; mientras que los machos presentan puntos o escamas dorsales azul claro, garganta azul con franjas oscuras y parches ventrales también en azul.
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Durante su época reproductiva, el patrón de coloración en los machos es mucho más intenso y extendido, de acuerdo con NaturaLista. Los individuos pueden generar varias tonalidades de azul en casi todo el cuerpo, así como espejos de naranja y amarillo alrededor de la cabeza y costados del cuerpo.
La intensa coloración de los machos en este periodo de su ciclo de vida ha fomentado la creencia errónea de que estos individuos son venenosos, pero debemos recordar que en el mundo sólo existen dos lagartos venenosos: el monstruo de Gila y el lagarto moteado mexicano.
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En conclusión, estos pequeños aliados de los campos cumplen su rol sin interferir en la vida de las personas, por lo que matarlos es innecesario y, a largo plazo, podría representar un problema grave en el ciclo de vida de otras especies.
Y tú, ¿qué otros datos conoces sobre los chintetes?