Aunque podemos encontrar en el mercado más variedades de miel de las que conocemos, debes saber que sus propiedades son muy específicas. No obstante, existen patrones que se repiten entre ellas, los cuales nos permiten identificarlas con facilidad para sacarles el máximo provecho.
Es fácil encontrar mieles con aromas, sabores y colores distintos, los que precisamente serán una guía para elegir la que mejor convenga. Estos tonos van de la casi transparencia, hasta tonalidades muy oscuras, como es el caso de los mielatos. A continuación, te contamos cuál es la diferencia entre ambas, para que puedas elegir en cada ocasión la variedad que mejor se adapte a tu dieta.
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MIEL CLARA
Se recomienda el consumo de miel clara, como la de acacia, azahar o la miel de flores, en caso que se busque aumentar la energía del cuerpo o cerebral. Por ello, se recomienda especialmente su consumo antes o después de la actividad física, así como en épocas donde haya mucho estrés, como exámenes o etapas de trabajo extendidas.
Las mieles de tono claro cuentan con numerosas propiedades beneficiosas para la salud. Algunas de ellas son las siguientes: aportan energía; son ricas en vitamina A, la cual contribuye en el mantenimiento y fortalecimiento de la piel y las células; mejoran la visión; facilitan el crecimiento de los huesos fuertes y protegen el sistema inmunitario del organismo.
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De este modo, gracias a sus propiedades energéticas y reconstituyentes, se recomienda su consumo en deportistas, personas mayores y personas con problemas de movimiento o con cansancio crónico.
MIEL OSCURA
La miel oscura cuenta con numerosas propiedades antibacterianas y supone una importante fuente de minerales, como el fósforo, hierro y magnesio.
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Debido a estas propiedades, la miel de bosque o la de roble, procedentes de mielatos, son aún más ricas en sales minerales. Así como las claras favorecen la energía, las oscuras contienen: numerosas propiedades antibacterianas; es rica en minerales; fuente de vitamina B1, que contribuye en el mantenimiento del corazón, así como del sistema nervioso e incluso del digestivo; fuente ideal de vitamina C. Esto las convierte en un alimento antioxidante, es decir, que previene el daño celular. Por ello, es esencial para evitar el envejecimiento prematuro.
DIFERENCIAS EN EL COLOR
Las variantes en el tono de las mieles se deben a diferentes factores. Entre ellos, destaca la composición de la miel debido a que en función de la flor de la que proceda su polen, su color varía enormemente.
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El color también cambia según la estación del año en cuestión o el clima de la zona. En este sentido, las mieles más claras las encontramos a principios de año; mientras que a medida que avanza el año, las mieles se van oscureciendo.
CUÁL ES MEJOR
Ninguna es mejor que la otra. Al contrario, cada una cuenta con propiedades que sí superan a otros endulzantes. Por eso, elegir una miel clara u oscura, depende en gran medida de cuáles sean los beneficios que busques.
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Debemos tener en cuenta de que en el caso de que lo que busquemos sea relajarnos, aliviar el estrés o endulzar un alimento o bebida, podríamos recurrir a cualquiera de ellas.