La copa menstrual es una alternativa cada vez más popular frente a los productos de higiene femenina tradicionales como las toallas sanitarias y los tampones. Prometida como una opción más económica, ecológica y saludable, la copa también se ha convertido en una moda ecofriendly para la generación millennial. ¿Qué hay detrás de este fenómeno?
La copa menstrual es un dispositivo de silicona diseñado para recolectar el flujo menstrual en lugar de absorberlo como lo hacen las toallas de algodón.
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Su forma de campana permite que se inserte en la vagina, donde se ajusta y recolecta el flujo de manera segura y sin derrames.
A diferencia de los productos desechables, la copa menstrual se puede lavar y reutilizar durante varios años, lo que la convierte en una opción sostenible y económica, de acuerdo con Pamela González, responsable de la tienda concepto Granito a Granito y activista ambiental.
¿MÉTODO SEGURO O SIMPLE MODA?
Se debe considerar que la mayoría de las copas están hechas de silicona de grado médico, lo que reduce el riesgo de infecciones y alergias. Además, al no absorber la sangre, no altera el equilibrio natural de la flora vaginal, evita la sequedad y el síndrome de shock tóxico asociado con los tampones.
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A pesar de los beneficios, la seguridad de la copa menstrual ha sido objeto de debate. Algunos estudios sugieren que el riesgo de infecciones es bajo siempre y cuando se sigan adecuadamente las instrucciones de uso y limpieza. Sin embargo, es importante tener en cuenta ciertos factores.
Por ejemplo, es esencial lavar y esterilizar la copa después de cada uso para evitar infecciones. Se recomienda hervirla en agua por unos minutos al final de cada ciclo menstrual y limpiarla bien entre cambios con agua y jabón neutro.
Por supuesto, las copas menstruales vienen en diferentes tamaños. Usar una copa que no se ajuste bien puede causar incomodidad o derrames. Es fundamental elegir el tamaño adecuado según la edad, la cantidad de flujo y si se ha tenido partos vaginales.
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Algunas mujeres encuentran complicado el proceso de inserción y extracción, especialmente al inicio. Con la práctica, esta dificultad suele disminuir, pero es importante informarse y practicar para evitar molestias o lesiones.
¿MODA O REVOLUCIÓN HIGIÉNICA FEMENINA?
Se estima que una mujer utiliza alrededor de 10 mil productos de higiene desechables a lo largo de su vida. La copa menstrual, al ser reutilizable, reduce significativamente los desechos generados y la huella ecológica de cada mes, lo que la convierte en una opción amigable con el ambiente para quienes buscan un estilo de vida más sostenible.
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Aunque la inversión inicial puede ser más alta que la de otros productos menstruales, a largo plazo, la copa menstrual es una opción más económica. Una sola copa puede durar hasta 10 años con el cuidado adecuado.
Con la copa menstrual, es posible olvidarse de las preocupaciones habituales del periodo. Al tener una capacidad mayor que la de los tampones y toallas, puede usarse hasta 12 horas seguidas sin necesidad de cambiarla con frecuencia. Esto brinda mayor libertad para practicar deportes, nadar o viajar sin restricciones.
Aunque es cierto que el movimiento ecofriendly ha impulsado la popularidad de la copa menstrual, su adopción va más allá de la tendencia. La copa ofrece beneficios que responden a preocupaciones contemporáneas sobre salud, economía y sostenibilidad. Al igual que cualquier producto de higiene, no es una solución única para todas, y la decisión de usarla depende de las preferencias y necesidades individuales.
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Para quienes buscan reducir su impacto ambiental y desean una alternativa más económica y saludable, la copa menstrual puede ser una excelente opción. Sin embargo, es fundamental informarse bien, probar y evaluar si este método se adapta a su cuerpo y estilo de vida. Como con cualquier producto de higiene, la clave está en la educación y el uso responsable.
COSTO Y DÓNDE ENCONTRARLAS
En Tlaxcala, las copas menstruales se pueden adquirir en tiendas concepto, tiendas naturistas o boutiques como Granito a Granito, ubicada en la calle Revolución #20 de San Buenaventura Atempan, por un precio que oscila entre los 100 y 300 pesos.
Aunque la inversión inicial puede ser más alta que la de otros productos menstruales, a largo plazo, la copa menstrual es una opción más económica. Una sola copa puede durar hasta 10 años con el cuidado adecuado.