En gustos se rompen géneros, pero ¿y en cerveza? El debate no cesa para los amantes de esta bebida de bajo nivel alcohólico cuando se trata de averiguar cuál es mejor: la artesanal o la industrial. Si bien la primera recientemente cobra fuerza en el mercado, se ha ganado ya la fidelidad de un grupo considerable de consumidores.
¿Cuáles son los beneficios de una y de otra? A propósito del Día Mundial de la Cerveza Artesanal, que se celebra el 4 de mayo de cada año, repasamos las diferencias entre cerveza artesanal y cerveza industrial, que básicamente se encuentran en el proceso de elaboración, en la calidad de los ingredientes y en la fórmula del maestro cervecero.
INGREDIENTES
Toda cerveza está constituida de agua, levadura, maltas y lúpulos. No obstante, cada productor tiene su propia receta. Las fórmulas, generalmente, se mantienen a lo largo de los años cuando se trata de empresas de amplio alcance. Mientras que las casas cerveceras pequeñas hacen cambios constantes para mejorar los sabores de cada una de sus variedades.
La característica principal de la cerveza artesanal es que se elabora a base de ingredientes naturales, lo que las deja fuera de las bebidas envasadas con aditivos artificiales y conservantes.
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Por otro lado, una cerveza industrial pasa por distintos procesos como la pasteurización y la incorporación de aditivos como el arroz, el maíz o el mijo, ingredientes que muchas veces suplen a la malta para aminorar costos y reducen la propiedad nutritiva de la bebida.
Por lo anterior, cabe señalar que una cerveza artesanal siempre será más cara que las de conveniencia, pues en la mayoría de ocasiones en su precio está la garantía de un producto natural.
VARIEDADES
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Debido a sus recatadas recetas e incorporación de ingredientes extra, la cerveza artesanal resulta más atractiva para quienes gustan de una buena bebida. La complejidad en el gusto recae en el cuerpo, sabor y aroma de lo que muchas veces carece una cerveza industrial.
Lo anterior explica que cada vez más los consumidores valoren las degustaciones de cerveza y se afronten con placer a las posibilidades que tiene en cada región. Si los buenos amantes de la cerveza rechazan las cervezas gasificadas, frías e insípidas, por alguna razón será.
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Resulta evidente que la cerveza artesanal es un producto local y de proximidad que se preocupa por ofrecer a sus consumidores un producto novedoso y de calidad, mientras que la producción industrial de cerveza responde a un modelo de globalización que utilizan las grandes empresas para expandirse y exportar por todo el mundo.
Cualquier producto local mantiene la consigna de ser sustentable. Al comprar los productos que se elaboran y preparan cerca de tu vivienda, evitas traslados innecesarios desde largas distancias, las cuales equivalen a emisiones contaminantes y residuos en las aguas. Además, eliminamos intermediarios y monopolios de empresas que abusan del agua de los locales.
CONCLUSIÓN
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No necesariamente artesanal significa bueno e industrial significa malo, pero ciertamente, la sociedad actual busca alimentos más naturales, y rechaza cada vez más los artificios. Casa Montsely señala que ante una evolución natural del mercado es normal que las cervezas artesanales se incorporen cada vez más a nuestra dieta.
¿QUÉ TAN BUENA ES LA CERVEZA?
Dentro de una dieta equilibrada, beber una cerveza de vez en cuando es muy benéfico para el organismo. Se trata de una bebida rica en vitaminas, proteínas, ácido fólico y antioxidantes. Además, algunos estudios apuntan que su consumo moderado se asocia a beneficios cardiovasculares, de salud ósea y hasta contra la obesidad.
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La Organización Mundial de la Salud determina que cuando una persona sobrepasa los mil 250 mililitros diarios de alcohol, lo equivalente a cuatro cervezas, se puede considerar alcoholismo. Por esta razón, debes tener en cuenta si habitualmente sobrepasas ese límite.
Dentro de una dieta equilibrada, beber una cerveza de vez en cuando es muy benéfico para el organismo. Se trata de una bebida rica en vitaminas, proteínas, ácido fólico y antioxidantes.