En los últimos días de octubre se escuchan los pasos de niños y jóvenes que recorren las calles con calabaza en mano y la repetición del clásico “¿me coopera para mi calaverita?”.

Esta tradición, tan arraigada como el pan de muerto y el altar de Día de Muertos, aún se practica con entusiasmo, aunque con una notable influencia de la celebración norteamericana de Halloween.

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¿CUÁNDO SE PIDE CALAVERITA?

El momento exacto para pedir calaverita varía según las costumbres familiares, pero la fecha más común es entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre, que coincide con las festividades del Día de Muertos.

Algunos niños inician el recorrido la noche del 31, influenciadas por la celebración de Halloween, mientras que en otros respetan exclusivamente el día 1 de noviembre, fechas en las que las almas de los difuntos regresan según la creencia popular.

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ORIGEN DE LA TRADICIÓN

El acto de pedir calaverita tiene sus raíces en una combinación de rituales indígenas y prácticas religiosas.

En el México prehispánico, se colocaban ofrendas y rituales en honor a los difuntos, donde los vivos compartían comida con las almas que regresaban.

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Con la llegada del cristianismo, estas celebraciones se adaptaron al calendario católico, de forma que se vinculó la tradición con el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos.

A lo largo del tiempo, la tradición ha evolucionado. Lo que comenzó como un acto de compartir comida con los niños que iban de casa en casa para completar sus altares familiares, ha derivado en el reparto de dulces, frutas o dinero.

Con la influencia estadounidense de Halloween, ahora es común ver a los niños disfrazados con temas relacionados a la cosmovisión de ese país o a la cultura pop que de él ha emanado.