El miedo a lo desconocido es la fuente inagotable de las historias de ficción, no sólo se trata de fantasmas o demonios como protagonistas de estas historias, también puede ser algo más cercano, como la tecnología.
Es así como en la última parte del siglo XX surge, primero en la literatura y después en el cine, el cyberpunk, subgénero de la ciencia ficción cuya premisa es cómo los avances tecnológicos pueden crear en lugar de desarrollo y bienestar, sociedades distópicas e incluso en algunos casos, postapocalípticas.
En la literatura uno de los primeros autores que trató la relación humano-máquina fue Isaac Asimov, autor de las tres leyes de la robótica. Sin embargo, autores como Bruce Sterling, William Gibson y John Shirley pusieron las bases de este subgénero.
Los nombres tal vez no sean conocidos por el lector promedio, pero sus conceptos sí son comunes en las historias actuales. Por ejemplo, el ciberespacio.
El ciberespacio, concepto actualmente de uso común no sólo en el medio de la tecnología, fue ideado hace poco más de cuatro décadas por Gibson, quien imaginó en sus novelas como hackers se conectan a las computadoras por medio de “enchufes” en sus cabezas.
A finales de los 90 esta escena se volvería icónica gracias a la película The Matrix, uno de los clásicos cinematográficos del cyberpunk.
La idea de que la persona esté conectada a la computadora genera -en este mundo ficticio- una interacción entre la conciencia del humano con la máquina que también adquiere conciencia.
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El punto de la conciencia es lo que hace diferente al cyberpunk de otras historias de ciencia ficción, aunque se puede tomar de diferente perspectiva.
Regresando al cine, tomemos dos clásicos: Terminator y Blade Runner. En la primera, el conflicto parte de que una máquina, Skynet, toma conciencia y llega a la conclusión de que los humanos son su peor enemigo, por lo cual comienza una guerra entre máquinas y la humanidad.
Otra historia clásica, Blade runner, confronta el dilema de la conciencia de las máquinas de diferente manera. Ambientada en la ciudad de Los Ángeles en 2019 (la película está basada en el libro ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick publicado en 1968), plantea una sociedad con muchos avances tecnológicos, pero oscura y sombría.
Aquí, existen los replicantes, robots con apariencia humana creados sólo para realizar tareas peligrosas o ser esclavos. El argumento gira en torno a que uno de ellos se rebela y debe ser cazado, desatando las dudas de si en realidad el rebelde es un ser vivo o sólo una máquina.
Aunque diferentes en ejecución, ambas historias tienen en común las implicaciones de qué ocurriría si las máquinas toman conciencia y se asumen como seres vivos con derecho a vivir, incluso a costa de sus creadores, los humanos.
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Otros títulos destacados del subgénero son la ya mencionada The Matrix, o las japonesas Ghost in the shell y Akira, estas últimas que desarrollan cómo la tecnología afecta a los humanos.