Desde hace más de cien años se reconoce la labor docente en nuestro país con un día del calendario dedicado a ellos, pero la fecha no fue elegida de forma arbitraria. San Juan Bautista De La Salle fue declarado patrono de los educadores de la juventud el 15 de mayo de 1950, lo que dio paso al actual festejo de Día del Maestro.
Para agradecer las bondades de esta profesión y pedir prosperidad dentro de sus centros de trabajo, los maestros se encomiendan a San Juan, quien vivió hace 300 años en un mundo muy distinto al nuestro; esta es su historia.
LA VOCACIÓN SACERDOTAL Y DOCENTE DE SAN JUAN
Juan Bautista de La Salle nació y creció en Francia dentro de una familia acomodada. Sus padres murieron cuando él era muy joven, por lo que tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia al mismo tiempo que estudiaba teología. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678 y dos años más tarde, obtuvo el título de doctor en teología.
En ese tiempo gran parte de la población vivía en condiciones de pobreza extrema, por lo que muy pocas personas tenían acceso a la educación. Frente a este panorama, Juan Bautista puso todos sus talentos al servicio de los niños con la esperanza de construir un futuro más próspero para la sociedad y más justo frente a los ojos de la Iglesia.
Para cumplir con su propósito, renunció a su fortuna y se fue a vivir con los maestros rurales. A continuación, organizó la comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas. No obstante, los sistemas educativos de aquel tiempo quedaron perturbados por sus métodos innovadores y su absoluto deseo de gratuidad para todos.
A pesar de todo, el religioso logró crear una red de escuelas de calidad, caracterizada por el uso de la lengua vernácula, es decir, propia de cada sitio. Además, los grupos de alumnos fueron reunidos por niveles y resultados, de manera que la formación religiosa fue basada en temas originales, así como preparada por maestros con una vocación religiosa y misionera.
Además, de La Salle fue innovador al proponer programas para la formación de maestros sin orden sacerdotal, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la reinserción de delincuentes. Su método se extendió rápidamente en Francia, y después de su muerte a los 68 años de edad, por todo el mundo.
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En 1900, Juan Bautista de La Salle fue declarado Santo y, cincuenta años más tarde, recibió el título de Santo Patrono de los que trabajan en el ámbito de la educación, pues Juan Bautista mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer.
EL DÍA DEL MAESTRO EN MÉXICO
La celebración se la debemos al presidente Venustiano Carranza, quien en 1917 decretó que el 15 de mayo se celebrara a los maestros de nuestro país, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
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Esta decisión fue tomada con base a la propuesta de los entonces diputados Benito Ramírez y Enrique Viesca, quienes presentaron la iniciativa ante el Congreso de la Unión. Ellos sugirieron que era necesario encontrar una manera en la que todo el país agradeciera a los docentes por la labor que hacen en favor de la sociedad, la ciencia y el arte.
El día se estableció, además de la declaratoria de San Juan, porque coincidía con la toma de Querétaro en 1867, en la que el Ejército Republicano ingresó a la ciudad y logró capturar al emperador español Maximiliano de Habsburgo y a sus seguidores.
Desde entonces, los educadores de todos los niveles educativos descansan ese día y gozan de algunos descuentos en viajes, entradas a museos y compra de material didáctico. Y no es para menos, todos tenemos a un maestro que nos cambió la vida, ¿cómo se llama el tuyo?