Antes de la conquista, en el territorio de Tlaxcala predominaban dos lenguas entre los hablantes: el náhuatl y el otomí. Cuando los frailes franciscanos, a través de la escuela de fray Alonso de Escalona, introdujeron el español en nuestro estado se vivió un severo cambio en las interacciones personales.
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Si bien el español se distribuyó por todo el territorio, algunas palabras indígenas se conservaron como parte del habla, los cuales son considerados “aztequismos”, es decir, palabras del idioma náhuatl, azteca o mexicano introducidas al castellano bajo diversas formas.
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Algunos aztequismos son: aguacate, jícara, memela, itacate, petate, metate, pinole, atole, chile, mole, guajolote, coyote, escuincle, entre otras.
De los anteriores aztequismos, algunos se conservaron incluso a manera de locuciones, es decir, expresiones formadas por un conjunto de palabras con estructura fija y un significado que no se puede deducir del significado de las palabras que lo forman. Por ejemplo, “agua pasa por mi casa, cate de mi corazón” es una adivinanza con aún se divierten los niños.
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Por otro lado, quedaron escritos en náhuatl todos los toponímicos de los actuales municipios. Atlangatepec, por ejemplo, se integra con la letra a, raíz de Atl que significa «Agua», así como del sonido Tlaca, derivados de Tlanihuic, que quiere decir «hacia abajo», y de la terminación Tepec, que a su vez desciende de la palabra Tépetl que representa al «cerro». Así, Atlangatepec se traduce como «Cerro de las aguas hacia abajo».
Otro ejemplo podría ser Panotla que da nombre al municipio y deriva del idioma náhuatl. Al respecto existen dos acepciones: una donde la palabra panotla proviene del colectivo panoni, y el a su vez de pano ni, que quiere decir pasar el río a pie, de tal modo que panotla significaría «pasajero o navegante». La otra acepción traduciría la palabra «como vado» o «lugar de paso en el río». En el Códice Mendocino aparece el signo del agua con una huella de pie humano en medio.
De igual manera, quedaron asentados como aztequismos los nombres de montañas y ríos como Zahuapan y Matlalcueyetl.