La industria de empaques y embalajes es como un arma de doble filo para la humanidad, ya que por un lado garantiza la seguridad e higiene de los productos que consumimos diariamente, pero por el otro genera grandes cantidades de basura y propicia el agotamiento de recursos naturales.
Hoy en día existen varios materiales de los que están hechos los empaques, entre ellos cartón, papel, vidrio y plástico, siendo este último el más contaminante de la naturaleza por sus componentes.
De acuerdo con datos de ABC Pack, plataforma especializada en la industria del empaque y el embalaje, los empaques de plástico resultan mucho más dañinos que otros empaques como el cartón, pues contamina 87 por ciento más que dicho material.
A nivel global, la industria de empaque y embalaje más grande a nivel mundial se encuentra en Asia, produciendo alrededor de mil 400 millones de unidades por año, según datos de Euromonitor International.
Pero al mismo tiempo, esta industria representa un gran motor económico en muchos países, incluido México.
“Esta es una de las industrias más importantes del país ya que representa el 1.7 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional (PIB). Es decir, tiene un valor aproximado de 22 mil millones de dólares”, explica a El Sol de México Hiram Cruz, director general del Mundo del Envase, plataforma de innovación hacia la industria basada en comunicación y networking.
Sin embargo, su importancia va más allá de sus contribuciones económicas, ya que el 50 por ciento de lo producido por esta industria va enfocado para alimentos y bebidas.
Este tipo de productos requieren envases adecuados para una mejor conservación y así evitar el desperdicio, el cual también es uno de los grandes problemas ambientales, sociales y económicos de la actualidad.
Un estudio realizado por Denkstatt en 2014 señaló que el uso de envases en algunos alimentos resulta más positivo que nocivo para el medioambiente.
Por ello, esta industria no sólo garantiza la calidad de los alimentos y bebidas, sino también contribuye a aminorar la problemática de los desperdicios.
De vital importancia durante la pandemia
Durante la crisis del Covid-19 que atravesó el mundo durante casi tres años, esta industria fue de las más polémicas y presentes a nivel global.
Por un lado era necesario consumir productos empaquetados y sellados para no contagiarse por algún material contaminado, y por el otro existía la preocupación por la gran cantidad de basura que productos como cubrebocas, guantes y caretas producían.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el aumento de residuos durante la pandemia fue tal que el reciclaje llegó a colapsar en algunos países.
Un estudio realizado por la misma organización señaló que si la población mundial utilizara el mismo número de mascarillas que se usaron en Italia durante la primavera del 2020, el mundo estaría consumiendo de manera mensual más de 129 mil millones de cubrebocas y 65 mil millones de guantes desechables.
Hablando de más países, durante 2020 Singapur generó en solo ocho semanas más de mil 470 toneladas de envases de comida para llevar.
Mientras tanto, en Wuhan, China, los desechos médicos aumentaron seis veces a 240 toneladas por día, entre 2019 y 2021, sobrepasando la capacidad de incineración de 49 toneladas diarias.
Asimismo, a inicios de la pandemia, el ecommerce aumentó de manera exponencial, lo que trajo consigo un aumento de envíos a domicilio, y por consiguiente de empaques.
“A principios de la pandemia la industria tuvo un ligero desbalance, porque algunas empresas enviaban productos muy pequeños con empaques del doble o triple de su tamaño. Por ello fue crucial buscar envases y embalajes adecuados”, comentó Cruz.
Ante dicha necesidad, surgieron los empaques Right Size, contenedores de productos hechos a la medida para cada producto, los cuales resultan una solución para muchos de los problemas que aquejan a la industria.
“Los envases Right Size responden a un sistema integral de soluciones y de sustentabilidad, ya que ahorran materiales, energía y por consiguiente dinero”, añade el experto.
El especialista explica que si se minimizan los materiales de embalaje, disminuye la cantidad de residuos que se pueden producir.
“La industria se supo adaptar por medio de estrategias de sustentabilidad a la pandemia, implementando nuevos empaques y maneras de producción”, añadió.
Una industria sustentable
En aras de contribuir a la conservación ambiental como un sector sostenible e innovador, se han implementado nuevas estrategias para adaptarse a un mundo preocupado por el medioambiente.
Una de las respuestas fue la introducción de los envases reutilizables, los cuales pueden tener una segunda vida después de que el producto que contenían se termine.
Por otra parte, los envases reciclables, que son contenedores de plástico y vidrio que pueden ser llevados a centros de transformación en donde se modifican para crear nuevos productos sin utilizar materias primas nuevas, también resultaron muy útiles.
“Los envases de vidrio son muy fáciles de reciclar. Por ejemplo, si alguno sale defectuoso de la fábrica se puede regresar al horno de fundición, ya que es más fácil fundir vidrio ya elaborado que materias primas sin procesar. Además, el reciclaje de estos envases supone el ahorro de los insumos que se emplearía para producir unos nuevos”, explica Cruz.
Otro de los materiales más reciclados por la industria en México es el cartón. Esto porque hoy en día el país no produce la celulosa de este material, por lo que se opta por reciclar las cajas.
Por otro lado, el aluminio también es otra de las materias más valorizadas y recicladas del mercado.
“El aluminio es cien por ciento reciclable y además tiene un alto valor en el mercado que llega hasta los 25 pesos mexicanos. Es por eso que hoy en día no existe tanta basura de aluminio en las calles”, añadió.
Por último, los contenedores biodegradables y compostables son algunas de las estrategias innovadoras para combatir la contaminación global.
Dichos envases suponen un Cero Waste (Basura Cero), es decir; por medio de una correcta gestión, estos no dejarán ningún residuo ni huella de carbono antes, durante y después de su producción.
Un esfuerzo de todos
Hoy en día esta industria tiene un campo de oportunidades para generar cambios significativos y duraderos dentro de su sistema.
De acuerdo con especialistas de la ONU, las crisis como la pandemia sirvieron para impulsar a esta industria a un cambio que ya venía construyendo años atrás.
El objetivo es impulsar las economías locales y globales a la valorización de sus residuos y a la economía circular.
También se busca impulsar los sistemas de clasificación, como el reconocido Índice de Sostenibilidad Dow Jones, que evalúa la sostenibilidad corporativa e integral de cada grupo o empresa.
Dicho sistema tiene un enfoque a largo plazo y pretende que quienes lo pongan en práctica utilicen el menor número de recursos naturales y energía.
“La sustentabilidad es lograr un equilibrio entre el impacto ambiental, social y económico que tiene la industria. Si esto se logra, se puede hablar de un sector realmente sostenible”, añadió.
Por otro lado, los consumidores también pueden adoptar conductas para contribuir a generar un cambio significativo.
Según los expertos en diseño de empaque amortiguado del Instituto Tecnológico de Aguascalientes, si los consumidores y las consumidoras enfocan sus decisiones de compra en cuanto a la calidad del producto y no del empaque, se ampliarán las oportunidades de desarrollo de esta industria en pro del medioambiente.
Además señalan que es crucial informar a la población sobre los tipos de residuos y envases que existen para que puedan tomar mejores decisiones en su gestión y separación.
“El consumidor de la actualidad es más analítico, selectivo y enfocado a la funcionalidad del producto, pero al mismo tiempo preocupado por el medio ambiente. Por lo que se tiene que hacer una adecuada disposición de envases basados en un ecodiseño, es decir; responsable con la economía, los productos y el planeta”, subrayó Hiram Cruz.
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