Las fuerzas de oposición en el Senado de la República impidieron un “madruguete” del PRI y del Verde, en las primeras horas de este viernes y salvaron a delfines y otros mamíferos marinos, al no aprobarse una reforma que impide los utilicen en cualquier tipo de espectáculo.
Los legisladores ya estaban cansados. Eran 19 horas de sesión. Al dictamen de la Comisión de Medio Ambiente se le dispensó la segunda lectura. El objetivo: aprobarlo al despuntar la mañana.
La senadora Silva Garza (PAN) y otros panistas junto con Mario Delgado y Luz María Beristáin (PT) se opusieron y manifestaron que “solo se trata de un capricho del Verde, para utilizar esa norma en una de sus campañas políticas, sin importar el bienestar de los delfines y los miles de empleos que se perderán”.
Senadores del PAN, PRD y PT-Morena presentaron una moción suspensiva. La votación cerrada: 56 en contra y 49 a favor; pero no cejaron en el intento y advirtieron que no se conocía el dictamen y exigieron que los senadores del PVEM, impulsores de la reforma a la Ley General de Vida Silvestre, explicaran su impacto y la prisa en sacarla.
“No soporto que los animales estén en cautiverio; pero en este caso, los delfinarios les permiten vivir a esos mamíferos marinos como si lo hicieran en vida silvestre”, dijo la senadora Garza.
Además, toda una industria del entretenimiento gira en torno a los delfines y con ello genera una fuerte derrama económica y miles de empleos que se perderán, abundó.
La apoyó su compañero de bancada, Daniel Ávila, quien dijo que 15 mil familias se quedarán sin empleo de aprobarse esta reforma “solo por un capricho del Niño Verde”.
Les respondió el coordinador del Verde, Carlos Puente y dirigente del partido. Señaló que no se perderán empleos y que esta modificación prevé un período de transición de 50 años.
Pero lo refutó Héctor Larios (PAN) y comentó que de acuerdo al dictamen se establecen obligaciones para los dueños de los delfinarios como el entregar en un mes un inventario.
Al final se salvaron los delfines.