Cada primero de febrero se celebra en México el Día Nacional del Ajolote, que es un tipo de salamandra que existe de manera endémica en los canales de Xochimilco, y del que existen 17 especies diferentes.
El nombre “ajolote” proviene del vocablo náhuatl “axolotl”, que significa “monstruo de agua”.
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Según la mitología azteca el ajolote simboliza el movimiento y la vida; el ajolote, a diferencia de las salamandras, alcanza la madurez sexual siendo aún una larva, pero dependiendo de las condiciones de su hábitat puede llegar a tener las condiciones de una salamandra adulta.
En toda su vida, estos anfibios no dejan de ser una larva, lo que se debe a que no tienen hormona tiroidea.
El ajolote posee una capacidad asombrosa de regeneración de miembros y órganos. Si le cortan una pata a un ejemplar, éste la regenera por completo.
Los ajolotes pueden regenerar sus músculos, huesos y hasta nervios. Si se llegara a encontrar la forma de replicar la estructura del genoma de los ajolotes en los humanos,podría ayudar a entender el proceso curativo de una herida.
Los ajolotes están en peligro de extinción debido a las malas condiciones en las que se encuentran los canales de Xochimilco; la contaminación del agua, el crecimiento urbano y la presencia de especies exóticas han disminuido considerablemente la población de ajolotes en los canales.
El 1 de febrero del 2018 la la revista científica Nature publicó el artículo “The axolotl genome and the evolution of key tissue information regulators”, por lo que el Senado de la República decretó este día como el Día Nacional del Ajolote.
Publicado originalmente en El Sol de Zacatecas
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