En la escuela aprendimos que “a mayor temperatura, mayor evaporación”, por lo que esta ley de la física no debería estar tan alejada de nuestra toma diaria de decisiones. A propósito de ello, la ingeniería química ha asociado la temperatura corporal con la desaparición de las fragancias en la piel.

Al elegir una loción intervienen diversos factores que van más allá de la fragancia. Muchas veces se privilegia la estela que deja y el tiempo que se queda en el cuerpo. Pero debes saber que no siempre se trata de la formulación del producto, en ocasiones es la temperatura la que determina ese espectro.

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La ingeniera química Eva Viñas explicó en entrevista con la revista Vogue que “depende mucho de cómo lo absorba cada piel y de la temperatura corporal. De hecho, la temperatura de la piel es lo que más influye en la evaporación de las notas de perfume, lo que implica que a mayor temperatura, más posibilidades de que se evapore”.

TRUCTOS DE DURACIÓN

Si bien existen una serie de recomendaciones virales respecto al uso adecuado de la perfumería, cabe señalar que la experta no comulga con los trucos que incluyen la aplicación de vaselina en la piel previo al perfume.

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Puede alterar el olor del aroma”, puntualiza Viñas antes de aclarar que la mejor idea es aplicar el perfume en las zonas de pulso del cuerpo como muñecas o cuello. Que esa costumbre se haya afianzado tanto en la cultura popular del uso del perfume es por algo. “Tiene sentido que se recomiende aplicarlo en esos puntos porque al haber más temperatura hay también mayor volatilidad y, por tanto, mayor proyección del olor hacia los demás, explica.

Sí existe un momento ideal para aplicarte el perfume y hacer que dure más tiempo: después de bañarte. Cuando sales de la ducha, la fricción del jabón o esponja al limpiarte y el vapor hacen que se abran tus poros, eso facilita la absorción del perfume. Además, luego de bañarte tu piel está libre de residuos que pueden dificultar la adherencia de la fragancia.

Pero eso sí, es necesario mantener la piel bien hidratada, pues la piel reseca es mucho menos absorbente. También considera evitar frotar la zona en la que fue aplicada la fragancia, de lo contrario se diluyen sus componentes.

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Hacer que un perfume dure no solo depende de la primera aplicación, sino de los retoques que se tengan a lo largo del día. Lo mejor es retocar al menos dos veces al día, sobre todo si se trata de mist que no tienen una concentración alta.