El Día de Muertos es sin duda, una de las celebraciones mexicanas más reconocida a nivel mundial; es más, en el 2017 los estudios Disney lanzaron una película basada en esta tradición, y que ha llegado a ser un referente de la cultura de nuestro país.
Respecto a esta festividad, la reconocida historiadora e investigadora por parte de la UNAM, Elsa Malvido, menciona en sus investigaciones que el Día de Muertos fue un invento que se originó durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas.
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La también coordinadora del Taller de Estudios sobre la Muerte desde 1987 en la Dirección de Estudios Históricos, hasta 2011, año de su fallecimiento, decía que el Día de Muertos es un festejo universal y no exclusivo de los mexicanos.
En sus estudios menciona que durante el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940), hubo un trastoque político-ideológico. Las raíces del nacionalismo mexicano empezaron a ser buscadas por los intelectuales de aquella época en los antecedentes mexicas. No debemos dejar a un lado que en aquellos años no se sabía mucho de este grupo prehispánico, ya que la arqueología al igual que la antropología, nace con Cárdenas.
Es así que a partir de este momento tenemos un día de Muertos prehispánico y mexica, claro está, inventado. En él nos dijeron que los mexicas tenían un mes de culto a los muertos.
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Como los ritos prehispánicos a la muerte, dependían del grupo del que se esté hablando, había desde momias que se guardaban en cuevas, tumbas de tiro o en oquedades, en fin, una diversidad de sistemas funerarios, por lo que un cementerio mexica, en el concepto occidental no existía. Entonces ¿Cuál Día de Muertos? ¿Qué ritual o qué ofrenda?, señala Elsa Malvido en sus reportes.
En sus textos refiere que todos los pueblos del mundo han ofrendado a sus muertos lo más sagrado: sangre de sus cuerpos y alimentos. Eso no es sólo ni mexicano, ni mexica, ni maya, es universal. Por ejemplo, en China, a los muertos se les ofrece arroz, en México, tamales.
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La especialista sostenía que las costumbres de Día de Muertos tienen su origen en la Europa medieval y logró investigar que las fiestas de Todos los Santos y de Fieles Difuntos son rituales que se inventaron en la Francia del siglo X.
El 1 de noviembre se celebra el día de Todos los Santos en recuerdo de los mártires perseguidos por credos religiosos o políticos enfrentados al cristianismo. Su nombre no aparece en el calendario. Mientras que el 2 de noviembre está dedicado a todos aquellos católicos que han fallecido.
Explicó que de la Edad Media al siglo XIX, el piso de las iglesias fue el cementerio. A fines del siglo XVIII y principios del XIX, con la Ilustración, los muertos empezaron a ser enterrados en los panteones que se ubicaron a orillas de las ciudades.
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Posteriormente los muertos regresaron al corazón de los poblados una vez que la Iglesia Católica aceptó la cremación.
Narra que, en el siglo XIX, durante la celebración de Fieles Difuntos y de Todos Santos, se colocaba un gran esqueleto a las puertas de casi todos los templos para recordar a los feligreses que hay que rezar por los muertos. En los atrios se vendían panes de manteca en forma de hueso que el cura bendecía. En sus casas, la gente ponía un pequeño altar al santo que tenía en su casa, con los huesitos, los panes y la fruta bendita e iba de iglesia en iglesia, porque visitar y rezar a cada reliquia daba días de indulgencia para no ir al purgatorio. Este ritual se siguió realizando hasta la primera parte del siglo XX.
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Los estudios que realizó sobre la muerte determinan que en todo el mundo católico incluidas las colonias americanas se comía los huesos de santos y panes de muertos que creemos son únicos de México; es más, en Europa existen dulces y frutas de muertos.
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