Más que un color, el rosa mexicano es una expresión cultural arraigada a la historia de nuestro país que ha atravesado fronteras para convertirse en indispensable dentro del mundo de la moda. Pero este vibrante subtono del rojo no es una casualidad; su invención se remonta a tiempos precolombinos.
Lee más: ➡️Los tradicionales patitos de Atlahapa mantendrán tus bebidas frescas
ANTECEDENTES
Los antiguos mayas y aztecas fueron los grandes artistas de sus tiempos. A través del color, plasmaron sus creencias, conocimientos e interpretación del entorno. Para ello, emplearon tintes naturales como las plantas, algunos minerales y la famosa grana cochinilla, criada para teñir sus símbolos sagrados.
El nombre científico del animal es Dactylopius coccus, no obstante, ellos lo bautizaron como “sangre de tuna”, debido a que se da en el nopal. Hoy lo conocemos como grana cochinilla, mismo que se convirtió en uno de los principales aportes del México prehispánico y que, en su época, maravilló al mundo entero.
Te recomendamos: ➡️¿Cómo saber si alguien usa tus fotos en perfiles falsos de Facebook?
El tinte rojo obtenido de este insecto se convirtió en una fuerte competencia para los colorantes europeos empleados en las prendas de los nobles. Pero ese “carmesí” nombrado en España tuvo un nuevo giro cuando el diseñador René Almanza experimentó variaciones en la intensidad a finales del siglo XX.
EL SURGIMIENTO DEL ROSA MEXICANO
Entérate: ➡️¿Lo has probado? Así se prepara el café de tortilla quemada en casa
Fascinado por los antecedentes estéticos del territorio mexicano, el artista jalisciense tomó como base la tradición de la grana cochinilla para darle vida al rosa mexicano, que rápidamente se convirtió en un emblema de la contracultura, la identidad y la resistencia ante los cambios sociales y políticos del México de ese entonces.
Movimientos feministas y de liberación nacional abrazaron al rosa mexicano en sus estandartes como símbolo de empoderamiento y cambio, con lo que las casas de diseño lo incorporaron en sus colecciones para vestir a personajes públicos.
PARA SABER MÁS
No dejes de leer: ➡️Conoce la historia del rebozo, prenda indispensable de las mexicanas
En el mundo del arte, el rosa intenso fue impulsado por el muralista Ramón Valdiosera como un eco de lo que ocurrió con el encuentro de la cultura prehispánica con la actual.
Encantado por las confecciones de los vestuarios tradicionales, el pintor veracruzano llevó esta tonalidad al imaginario de las buganvilias dentro de sus obras.
Aunque su florecimiento está estipulado en primavera, la buganvilia puede lucir perfecta todo el año si se le tienen los suficientes cuidados, pues, como dato curioso, los colores hermosos de las buganvilias no son flores, son hojas modificadas que se especializaron en atraer polinizadores.
Más detalles: ➡️Artesano de Huamantla se inspira en el género de terror para crear marionetas
De las bugambilias no destacan mucho sus flores, sino sus esplendorosas brácteas, que las envuelven. Son de variados colores: blanco, carmín, morado, amarillo, beige y rosa mexicano, por supuesto.
PIE
El rosa mexicano tiene su origen en el color de la grana cochinilla / Mónica Vargas / El Sol de Tlaxcala