En la búsqueda de una piel saludable y radiante, establecer una rutina diaria de cuidado es esencial, pues tu piel merece lucir increíble en cualquier época del año.
En invierno, el frío puede secarla, mientras que en los meses de calor, es importante darle el cuidado que necesita.
Los efectos del sol pueden ser muy dañinos a largo plazo. Aunque una quemadura por el sol puede desaparecer en pocos días, la exposición prolongada tiene consecuencias serias con el tiempo. Esto puede resultar en la aparición de manchas oscuras, envejecimiento prematuro, arrugas, líneas de expresión y una piel seca.
Una piel bien cuidada no solo se verá espectacular, sino que también estará mucho más sana y no necesitará mucho maquillaje para lograr el objetivo de lucir fenomenal. Para conseguirlo, establece una rutina de belleza adecuada y sé constante todos los días. Expertos en dermatología recomiendan seguir estos tres pasos fundamentales: limpieza, hidratación y protección solar.
¿QUÉ PIEL TIENES?
El primer paso es identificar tu tipo de piel. Con esta información podrás seleccionar los productos adecuados que conformarán tu rutina diaria. La limpieza y la hidratación son cruciales para mantener la piel en óptimas condiciones. Posteriormente, elegir un protector solar de alta cobertura y aplicarlo a diario te ayudará a prevenir el paño solar y el envejecimiento prematuro causado por la exposición al sol.
Una vez que incorpores estos tres productos en tu vida cotidiana, comenzarás a notar una mejoría progresiva en tu piel, pero la constancia es clave.
LIMPIEZA
El segundo paso es exfoliar tu piel. Este proceso elimina las células muertas que pueden causar impurezas, ayudando a la regeneración celular y devolviendo el brillo natural a tu piel. Lo ideal es hacer la exfoliación por la noche, cada tercer día, utilizando exfoliantes de origen natural. Una mezcla casera de azúcar morena y miel es perfecta: simplemente combina una cucharadita de miel con una de azúcar y tendrás un exfoliante efectivo.
➡️Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
¡MUCHA HIDRATACIÓN!
El tercer paso es aumentar tu consumo de agua. Beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día evita la deshidratación de la piel y mejora tu metabolismo. Esto desintoxica el cuerpo, y tu piel será el primer testigo de que sentirse bien se traduce en verse bien.
¿Sigues alguno de estos tres pasos en tu vida cotidiana? Recuerda, siempre es un buen día para probar algo nuevo.