Los millennials, nacidos entre 1981 y 1996 pasaron su niñez y adolescencia en una de las transiciones más significativas de las últimas décadas: alejados de las redes sociales, pero con la presencia de los primeros guiños de tecnología; aceptados por las generaciones previas y aprobados por la siguiente.
Parte de esta visión panorámica temporal de los millennials está reflejado en los juguetes que dejaron huella en conversaciones aún vigentes. Si naciste entre estos años probablemente recuerdes:
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JUGUETES QUE QUIZÁS RECUERDES
1.- El tamagotchi: para quienes tenían prohibido llevar perritos a la casa, seguro les tocó hacerse responsables de un aparato electrónico con la forma y el tamaño de un huevo y tres botones correspondientes al menú. El objetivo del dispositivo era alimentar, bañar y hasta consentir a un animal hecho de pixeles con las necesidades básicas de uno real en una pantalla miniatura.
El tamagotchi, considerado como una mascota virtual, se creó en 1996 y un año después hizo merecedores del Premio Nobel de Economía a sus creadores, Akihiro Yokoi y Aki Maita. Con cifras actualizadas a finales de 2017, y contando todas las ediciones, reediciones y versiones comercializadas, el Tamagotchi ha llegado a vender más de 82 millones de unidades en todo el mundo, según Vandal.
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2.- El Furby: este fue uno de los primeros “juguetes inteligentes” que contenían una programación básica que simula el condicionamiento de una mascota o, incluso un niño. Con enseñanzas continuas, este pequeño animal de peluche hablaba, forjaba su carácter y hasta tenía personalidad propia a través del uso de micrófono, bocina, sensores de movimiento e infrarrojo. El éxito de este se mide en las ventas de más de 27 millones de ejemplares en su primer año en el mercado.
3.- Adivina quién: nunca habías conocido tanto a un personaje hasta que “Adivina quién” llegó a tu vida. Dos tableros con rostros de personas de diferentes características físicas, pero en diferente orden cada uno, es el panorama de este juego de mesa donde el jugador más quisquilloso daba, a través de pistas, con el personaje del oponente. Como muchos otros afectados por la era tecnológica, con el tiempo llegarían versiones electrónicas con sonidos, luces y botones que hasta la fecha siguen siendo igual de exitosos.
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4.- Consola Tetris: este aparato de no más de 25 x 15 centímetros era el espacio ideal para el juego que se ha mantenido en versiones más recientes. Se trata de una lluvia de figuras de diferentes dimensiones que deben acomodarse en la parte de debajo de la pantalla sin dejar espacios vacíos. Por esa razón, este juego beneficia considerablemente el correcto desarrollo cerebral. Según la revista BMC Research Notes, dedicar tiempo a esta práctica supone cambios favorables para el cerebro, especialmente promoviendo el pensamiento crítico, el procesamiento del lenguaje y la planificación de movimientos coordinados.
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La tecnología, creciente cada vez, ha evolucionado estas formas de juego; si embargo, los cuatro juguetes anteriores ahora se consideran piezas de colección. Hoy, un tamagotchi puede hasta triplicar su precio, llegando a los 1,200 pesos mexicanos. Mientras que los tetris hasta los 15,000 pesos, nada comparados con las invaluables tardes noventeras de diversión.
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