Es el terror corporal un amplio subgénero

El director canadiense David Cronenberg es el pionero y uno de los más destacados exponentes del “body horror”

Mónica Vargas / El Sol de Tlaxcala

  · sábado 12 de octubre de 2024

Videodrome /Captura de pantalla

El terror siempre ha jugado con los límites de lo desconocido, lo monstruoso y lo grotesco. Sin embargo, hay una rama particularmente inquietante dentro de este género: el terror corporal (body horror); este subgénero no busca asustarnos con fantasmas o criaturas ajenas a nuestra experiencia, sino que nos enfrenta a nuestro propio cuerpo, a la transformación y la degeneración de aquello que más creemos conocer y controlar: la carne.

En la práctica cinematográfica, el terror corporal se centra en la deformación, mutilación o transformación del cuerpo humano. El director canadiense David Cronenberg es el pionero y uno de los más destacados exponentes del terror corporal. Con películas como Videodrome (1983), The Fly (1986) y Crash (1996), Cronenberg mostró cómo el cuerpo se ve afectado y alterado por la tecnología, la biología o el deseo. En sus filmes, la transformación corporal es una extensión de nuestras ansiedades más profundas: la alienación, la pérdida de control y la destrucción de nuestra identidad.

David Cronenberg es el pionero y uno de los más destacados exponentes del terror corporal / Captura de pantalla

➡️ Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y recibe las noticias más relevantes de Tlaxcala, México y el Mundo

Uno de los aspectos más distintivos del terror corporal es la repulsión visual que genera. Las mutaciones grotescas, las heridas abiertas y las deformaciones chocan con nuestras expectativas sobre el cuerpo humano, forzándonos a confrontar lo frágil que es nuestra integridad física.

Películas como Raw (2016), de Julia Ducournau, abordan la relación entre cuerpo y deseo a través del canibalismo. En ella, Ducournau emplea el gore para reflexionar sobre el despertar de una identidad oculta, pues la psique es un atributo necesario en este tipo de obras.

Más detalles:➡️Cometa Tsuchinshan-Atlas: ¿cómo verlo a simple vista desde México?

Aunque el terror corporal es visualmente chocante, también es emocionalmente complejo. Las películas de este subgénero nos obligan a enfrentarnos con las vulnerabilidades más íntimas de la existencia humana. En Under the Skin (2013), dirigida por Jonathan Glazer, Scarlett Johansson interpreta a una alienígena que se disfraza de humana para atraer a sus víctimas. A medida que explora su propia corporalidad y la de los humanos que la rodean, la película aborda la relación entre lo físico y lo emocional.

Estas películas logran algo más que generar miedo: crean una experiencia visceral que obliga al espectador a pensar en su propio cuerpo de maneras novedosas. Nos recuerdan que lo que consideramos como nuestro —la carne, los órganos, la piel— puede volverse extraño en cualquier momento, fuera de nuestro control.